¿Tiene tanta importancia la fisonomía de Confucio?. Parecería que para el Fondo Confucio de China sería importantísimo, si no, ¿Porqué esa organización ha hecho público el retrato “estándar” en el país y en el ultramar, en forma tan oficial y tan apresurada en vísperas de la fecha del 2557 aniversario de nacimiento del gran maestro?.

A ver cómo ha explicado. Según la organización, ante tantas ediciones diferentes del retrato de Confucio es difícil para la gente distinguir cuál imagen es la auténtica, y con tan diversos retratos de Confució no favorece la divulgación de la ideología confucianista.

¡Qué justificación tan excelente como esta! En este caso, es notable que esa organización ha menospreciado el discernimiento de la gente. Confucio se ha granjeado tanto respeto no por cuántas arugas tiene en la frente ni por cuán larga su barba.

Por eso es necesaria una discución profunda sobre si “la estandarización de la imagen de Confucio” favorece o no la divulgación de su ideología.

La publicación del retrato “estándar” ha hecho a la gente recordar las imágenes de San Nicolás: en Alemania se desplaza en un carruaje tirado por cabellos regalando obsequios a los niños; en América del Norte, va en trineo tirado por ciervos; en Gran Bretaña se ve más delgado y serio; e incluso en algunos lugares una chica guapa hace el papel de este anciano simpático y amable que disfruta de la gracia de los chicos.

La diversificada imagen de Papá Noel no le parece extraña a la gente, sino se ve más amable y simpático. Su carácter valiente y amable se ha enrraizado en la conciencia de la gente. En medio de las incesantes creaciones de la gente, esa imagen ha pasado de generaciones en generaciones.

En contraste con esto, lo que ha hecho el Fondo Confucio de China parece innecesario. Las diversas imágenes de Confucio han reseñado las concepciones estéticas de las diferentes épocas y no ha impedido la divulgación confucianista.

Esto significa que la estandarización del retrato de Confución no tiene relación directa con la propaganda de la ideología confucianista.

El retrato publicado por el Fondo Confucio de China no es tan “estándar” como ha afirmado. La gente actual no puede corroborar la autenticidad de la imagen de Confucio que vivió hace más de 2.000 años, ya que ha dejado de existir lo que sirve de referencia.

¿Podrá continuar en el futuro el criterio estético de los diseñadores del referido retrato que no se adapta sino a la actualidad?

Lo más importante consiste en que la gente conoce al Confucio como gran pensador, pedagogo y fundador de la teoría confucianista en la historia de China. A la gente actual más le importaría su doctrina que su fisonomía.

Por más respeto que goce el retrato “estándar” hoy y por más profundamente que el retrato “estándar” se arrigue en la memoria de la gente de hoy, no se puede garantizar que el espíritu confucianista pase de generación en generación y se divulgue en el mundo.

Tal vez cuando el retrato se haga tan acogido como el de Santa Claus, e incluso cuando estadounidenses, ingleses o coreanos creen por su propia iniciativa un retrato de Confucio a su propio estilo, podremos decir que la cultura confucianista haya logrado dirigirse hacia el mundo.

La estandarización del retrato de Confucio significa el monopolio del derecho de retrato por parte del Fondo Confucio de China y significa hacer ilegalizadas otras ediciones del retrato de esta índole.

No es difícil imaginar que el llamado retrato “estándar” de Confucio provocará disputas por la propiedad intelectual.

¿Cabe preguntar si este tipo de monopolio servirá para pavimentar el camino en bien de la divulgación de la ideología confucianista, o añadirá nuevos obstáculos para ello? La respuesta está clara.  

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Publicado en el Sitio Pueblo en Línea (29/09/06)