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Economía

Una mujer en la pesca del langostino
 


Noelia Heredia, la joven que hace dos años inició en el puerto de esta ciudad un camino para que las mujeres pudieran trabajar como estibadoras.

Noelia Heredia, la joven que hace dos años inició en el puerto de la ciudad de Puerto Deseado un camino para que las mujeres pudieran trabajar como estibadoras, no para de dar ejemplos, en esta ocasión recién desembarcada del Mis Patagonia, buque de la empresa Veraz que debió abandonar porque solo fue tomada por un relevo, aparte de convertirse en una de las pocas mujeres que consiguieron embarcar en buques tangoneros se afianzó en el oficio de clasificadora y espera conseguir embarque lo más pronto posible; "le pido a los armadores que me tomen porque vocación y ganas de trabajar no me faltan", solicitó.

Menuda y agraciada la joven relató a Crónica que su paso por el tangonero de Mis Patagonia fue como una bocanada de oxígeno ya que venía de 21 días de operar en buque de la flota amarilla de Rawson; "en el cajonero hacía de marinera de cubierta junto al resto de los muchachos; salíamos del puerto de Comodoro a las 6 de la mañana y en dos horas estábamos en zona de pesca; ahí se tiraban las bridas y los portones y arrastrábamos con las redes cerca de cuarenta minutos.

Era un trabajo duro al principio, aunque después el cuerpo se fue acostumbrando. Hicimos 7 viajes pero el barco se volvió a Rawson y yo me quedé sin trabajo pero por suerte a los pocos días apareció el trabajo en el marisquero", contó.
 


Al langostino

Al comentar su experiencia a bordo del tangonero Mis Patagonia, la marinera confió que ocupó un puesto en la planta como clasificadora.

"Pensé que me iban a destinar a la cocina porque cuando llega una mujer a un barco, el primer puesto que le dan es la cocina, pero por suerte me llevaron a la planta a clasificar y a pesar de que tenía experiencia, en esta marea gané práctica y logré hacer varias cajas en un tiempo que antes no lo hacía, así que la verdad me siento conforme porque entendí que eso es lo que me gusta", señaló.

Si bien reconoció que en un buque convergen personalidades distintas, Noelia sostuvo que hay códigos y normas de convivencia que se deben respetar.

"Los compañeros fueron todos muy amables y respetuosos, además hay una cuestión de código que al barco se va a trabajar, no a buscar conflictos porque el básico de marinero es bajo y lo que uno quiere es producir para llenar la bodega y ganar plata", dijo, al remarcar que su sueño es quedar efectiva en alguna empresa y aunque no logró repetir marea porque solo estaba haciendo el relevo de un marinero efectivo, no pierde las esperanzas de poder embarcar cuando abra la temporada Nación.

"Yo le pido a los armadores de las empresas que me tengan en cuenta porque puedo ocupar el puesto de clasificadora perfectamente", solicitó para concluir.
 


Créditos:

  • Publicado en el Diario Crónica (13/07/08)
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