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"Portal a los Hielos Eternos"

Ecología

El agua virtual de los alimentos

 


"Lana Carancha" bebiendo en el arroyo que desemboca en el Lago Futalaufquen -Esquel-.
Esto de haber descubierto que la exportación de alimentos en diversas formas es una forma indirecta de exportar agua a países que carecen o no de ella, no es una novedad. Cuando se construyó la represa de Futaleufú en la cordillera chubutense su principal objetivo era proveer de electricidad a la planta productora de aluminio de Aluar que quedaba en Puerto Madryn. En este caso, exportábamos electricidad en forma de aluminio.
 


Los creadores

El primero que levantó la perdiz fue el holandés Arjen Hoekstra en el año 2002. Él inventó el término huella hídrica, que luego lo complementara otro experto, J.A.Allan que fue el primero en hablar de agua virtual.
 


Hoekstra

Este científico dice que el 67% del comercio global de agua virtual está relacionado con el comercio internacional de cultivos, el 23% está relacionado con el comercio de ganado y productos cárnicos y el 10% restante está relacionado con el comercio de productos industriales.

Y como dato adicional, calculó que aproximadamente el 15% del agua utilizada en el mundo se destina a la exportación en forma de agua virtual.
 


Estados Unidos

Como uno de los mayores exportadores de agua virtual, en Norteamérica representa un tercio del total de la extracción de agua de ese país. Un dato escalofriante.
 


El asunto

La cosa pasa por calcular el consumo total de agua que se ha aplicado a partir de cero para producir cualquier tipo de producto. Y entonces comienza la danza de los números que nos dejan boquiabiertos. Esta danza fue bailada por la Universidad de Alcalá, teniendo en cuenta que España ha sido, quizás, el país de Europa que más ha sufrido de sequías en los últimos años. Un sufrimiento que ha llegado el extremo de aplicar multas de 50 mil euros a quien se atreviera a llenar su piscina en el verano. Porque un ser humano de Occidente, él solo, es decir, usted y yo, entre gallos y medianoches en un solo día y de diversas formas consume entre 2000 y 5000 litros por día dependiendo de la vida que haga.
 


Algunos números

Realmente los hay para todos los gustos. Si quiere saber cuánto insume producir un kilogramo de trigo, un cálculo preciso nos habla de 1000 litros de agua. Leyó bien: 1kg.= 1000 litros.

Por lo que, en materia de agricultura, es el trigo el que se lleva el 30% del agua virtual exportada en el mundo. Nuestra querida soja se lleva el 17%, e inesperadamente, para mí, el arroz demuestra menor sed al llevarse el 15%.

Es bueno aclarar que hablamos de todo tipo de agua, no solamente la que sale de una canilla. En estos guarismos está incluida el agua de lluvia, de las represas, la subterránea y la específicamente potable.

Pero, mejor veamos algunos datos, para darnos bien una idea de la importancia de esta cuestión:

  • Un kg de queso 5300 litros.
  • Una rebanada de pan 40 litros.
  • Una rebanada de pan con queso (10g) 90 litros.
  • Una bolsa de patatas fritas 185 litros.

  • Una taza de café 140 litros.
  • Una taza de café instantáneo 80 litros.
  • Una taza de té 34 litros.
  • Una copa de brandy 2000 litros.
  • Una copa de cerveza 75 litros.

  • Una copa de vino 120 litros.
  • Una hamburguesa 2400 litros.
  • Una hoja de papel 10 litros.
  • Un kg de tejido 9359 litros.
  • Unos pantalones vaqueros 10850 litros.

  • Un pañal 810 litros.
  • Una camiseta tamaño medio (500g) 4100 litros.
  • Unos zapatos (cuero) 8000 litros.
  • Un coche 246052 litros.
  • Un microchip 32 litros.

 


Analicemos

A mí se me atragantó la hamburguesa cuando me enteré que en el camino de ponerla en mi plato para ser consumida hicieron falta 2400 litros de agua potable; y si me miro la punta de los zapatos de cuero, veo que desde que nació la vaca que aportó el cuero hasta llegar a mis pies, transcurrieron la friolera de 8000 litros.

Ciertamente un tema para angustiarse, salvo que se viva en Buenos Aires, y al asomarse de tanto en tanto a la Costanera ve el Mar Dulce, como bautizara el pobre Solís al Río de la Plata antes de ser devorado por los indios (¿habrán calculado los charrúas cuánta agua hizo falta consumir para poner a Solís en sus platos?).
 


Argentina

Y lo mismo se puede decir de la Argentina en general, que es un país donde el agua potable está presente en buena parte del territorio, ya sea en la superficie o en los gigantescos acuíferos subterráneos que se formaron a través de miles de años.

No obstante, hay provincias como Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan o Salta, donde el tema del cuidado en el uso del agua para riego es meticuloso. Diversos personajes intervienen en este cometido.

Por ejemplo, en Mendoza en su constitución hay un funcionario que es el Superintendente General de Irrigación, que debía durar un año más que el mandato del propio Gobernador. Hoy a los beneficiarios del riego se los llama “regantes”, que votan de entre ellos al “Inspector del Canal”, un cargo ad honorem, cuya función principal es controlar la labor del “tomero”, que es la persona que durante el día va abriendo y cerrando las distintas tomas de cada finca. El Inspector asegura que nadie reciba agua de más ni de menos.

En Salta por ejemplo, es clave dentro de cada finca la figura del “terronero”, que va abriendo y cerrando la circulación del agua por los surcos con el hábil manejo de terrones de tierra, tarea que realiza esencialmente con sus manos, y de tanto en tanto se ayuda con una azada.
 


Conclusión

Llámela como quiera, huella hídrica o agua virtual, pero sepa que ya vivimos en un mundo donde un litro de agua mineral envasada vale más que un litro de combustible para su automóvil. Así que: ¡cierre la canilla!  


Créditos:

 



 
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