Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
"Portal a los Hielos Eternos"

Historia

De la gloria a la soledad y la pobreza
 


Gral. Don José de San Martín.

El Padre de la Patria atravesaba al comienzo de su exilio en Francia una difícil situación económica. Pudo sobreponerse gracias a su amigo Alejandro Aguado, quien lo ayudó a comprar una casa en Grand Bourg y le aseguró una vejez tranquila.

Según lo cuenta San Martín: "Esta generosidad se ha extendido hasta después de su muerte, poniéndome a cubierto de la indigencia en lo porvenir".

El general no se desentendía de su país. Trataba de leer los periódicos y mantenía una activa correspondencia con amigos.

En 1838, cuando Francia bloqueó el puerto de Buenos Aires, le escribió al gobernador Juan Manuel de Rosas para ofrecer sus servicios.

"Ahora los gringos sabrán que los criollos no somos empanadas que se comen así nomás, sin ningún trabajo." Y dispuso en su testamento que su sable fuera entregado a Don Juan Manuel, por la satisfacción que tuvo "como argentino, por la firmeza con que aquel general sostuvo el honor de la república contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla."

En 1845 vuelve a ponerse a disposición de su patria durante el bloqueo anglo-francés.

El general estaba cansado, enfermo y empezaba a quedarse ciego. Aquel 17 de agosto de 1850 amaneció nublado en Boulogne-sur-Mer. Don José desayunó frugalmente y, como siempre, le pidió a Mercedes que le leyera los diarios.

Tras el almuerzo sintió fuertes dolores de estómago. Fue llevado a su cama donde murió cerca de las tres de la tarde.
 


Créditos:

  • Publicado en el Diario Clarín (17/08/06)
  •  



        Historia
    Página Principal