Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
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Historia

Repatriación de los restos de José de San Martín
 


Monumento ecuestre -Caleta Olivia-.
  • Video: «Monumento Ecuestre del Gral. San Martín en Caleta Olivia». (03:42)
  • Créditos: Publicado por GonBal.

    El monumento se encuentra emplazado en el bulevar de la avenida Mitre, frente a la Plaza 20 de Noviembre, obra del escultor local Carlos Casas.
    La obra fue construida con yeso, cemento y fibra de vidrio, tiene un peso de unos 1.200 kilos y una altura de 2,40 metros, pero se lo ve imponente al estar colocado sobre un pedestal de gran tamaño.
    Casas contó con el apoyo de la Asociación Cultural Sanmartiniana, de la cual es miembro. El hecho de haber sido soldado conscripto durante 1982, cuando se produjo la guerra por Malvinas y quedó destinado en zona continental, influyó para que la escultura tuviera relación con esa gesta. Por ello su autor propuso que la figura del Libertador de América estuviera orientada hacia el sureste, a modo de simbólica perspectiva de asignatura pendiente. 5 de Junio 2010. Caleta Olivia, Santa Cruz, Argentina.

    Estas imagenes son meramente ilustrativas para este artículo.

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  • Al morir el 28 de febrero de 1875 Mercedes San Martín, hija del general y esposa de Mariano Balcarce, ministro argentino en París, quien se había opuesto a separarse de los restos de su padre mientras viviera en Francia, se activaron los proyectos en tal sentido.

    El 11 de abril de 1877 el Presidente Nicolás Avellaneda firmó el decreto creando una comisión encargada de restituir los restos del Libertador, la cual se constituyó el 24 de abril y estuvo presidida por el vicepresidente de la nación, Mariano Acosta, e integrada inicialmente por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina Salvador María del Carril, el presidente de la Municipalidad de Buenos Aires Enrique Perisena, el general Julio de Vedia, Antonio Malaver, el secretario del Senado de la Nación Argentina Carlos María Saravia, el secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires Aurelio Prado y Rojas.

    Para cubrir los gastos, la Comisión de Repatriación obtuvo $ 1.400.000 (unos $f 56000), más de la mitad por colecta popular. Las gestiones y preparativos consumieron los siguiente dos años, hasta que a fines de 1879 todo estuvo preparado para la repatriación.

    Un tren expreso dispuesto a efectos de transportar desde París a Le Havre a la comitiva e invitados a la ceremonia, dejó a las 9 de la mañana la estación Saint Lazare del Ferrocarril del Oeste.

    La comitiva incluía a los ministros Mariano Balcarce, Manuel Rafael Garcia Aguirre, Emilio de Alvear, Manuel del Carril, Fernando Gutiérrez de Estrada (esposo de la nieta de San Martín) a la comisión de repatriación presidida por Mariano Acosta, numerosos argentinos y americanos residentes en París, los ministros José María Torres Caicedo (El Salvador), Toribio Sanz (Perú), Andrés de Santa María (Colombia), José María de Rojas (Venezuela), Miguel de Francisco Martín (Guatemala), coronel Juan José Díaz (Uruguay).

    La comitiva llegó a las 14 a la estación de Le Havre donde fueron recibidos por el estado mayor del Villarino y las autoridades del Havre y trasladados a la Iglesia de Nuestra Señora, catedral del Havre, donde esperaban los restos del Libertador y representantes del gobierno francés y sus fuerzas armadas, así como autoridades municipales y cuerpo consular.

    La ceremonia era acompañada por el batallón N° 119 de Infantería de línea. Tras la ceremonia religiosa y el responso del cura Duval, canónigo de la Catedral, el cortejo marchó precedido y flanqueado por el batallón rumbo al Bassin du Roi.

    Allí fue recibido a bordo con discursos de los Ministros Mariano Balcarce, Manuel R. García Aguirre y Emilio Alvear.

    Como expresó el ministro García Aguirre en su discurso a bordo del Villarino, sus tripulantes eran:

    "los primeros que conducís a través del Océano, un bajel de nuestra armada, desde la Europa; él va cargado con el depósito más valioso que ninguno condujera al suelo argentino. Grande es vuestra responsabilidad. Cuando lo entreguéis a nuestros compatriotas, os ruego unais vuestros votos a los mios, para desear que mientras guardemos esas reliquias no se despierten en la república los odios y pasiones que tanto han retardado su engrandecimiento".

    Finalizada la ceremonia y ubicado el féretro, tras la partida de los visitantes se embarcaron cajones conteniendo las piezas del monumento a San Martín construído por el escultor parisino Louis-Robert Carrier-Belleuse, destinado a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

    Acompañado por una salva de 21 cañonazos de la batería de la plaza dejó el puerto el 21 de abril a las 9 de la mañana y arribó a San Vicente el 27 de abril sin inconvenientes y manteniendo una velocidad de crucero de 11 nudos.

    Allí se llenaron las carboneras, que tenían una capacidad de 110 t., y se recibió al presidente de la municipalidad Da Ferro, quien también oficiaba como vice cónsul argentino.

    El 2 de mayo a las 14 horas zarpó nuevamente y efectuó el viaje sin más incidente que una fuerte tormenta que se desató el 13 a la noche a la altura del Cabo de Santa Marta, pudiendo mantener durante los dos días que duró una velocidad constante de entre 5 y 7 nudos.

    Arribó a Montevideo a las 18 horas del 17 de mayo de 1880. A pedido del gobierno del Uruguay presidido por Francisco Antonino Vidal se desembarcó el féretro rindiéndosele honores en la Catedral de Montevideo.

    Dado que no se esperaba arribase en solo 24 días, y en razón de la situación que se vivía en la ciudad de Buenos Aires, donde el gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado por Carlos Tejedor y el de la nación (Nicolás Avellaneda) se hallaban en preparativos de guerra, el Villarino debió permanecer una semana en Montevideo mientras se completaban los preparativos en la capital.

    Una comisión nombrada el 19 de mayo y compuesta por los generales Juan Esteban Pedernera, José María Bustillo y Luis María Campos, los coroneles José Murature, Joaquín Viejobueno, Eduardo Escola y Martín Guerrico se trasladó a Montevideo para recibir los restos, acompañados por los cadetes y aspirantes de los colegios militar y naval.

    El 24 al mediodia se dirigió a Buenos Aires escoltado por el monitor Los Andes y las cañoneras Uruguay y República.

    El 28 de mayo fondeó finalmente en la rada interior del puerto. Partiendo del muelle de Catalinas, los miembros de la Comisión de Repatriación, presidida por Mariano Acosta, se dirigieron en la lancha Talita hasta el Villarino. Colocado el féretro en la falúa del Villarino, fue trasladado a la Talita saludado por salvas de artillería de todos los buques reunidos en el puerto.

    Tras el discurso del ex presidente Domingo Faustino Sarmiento, los restos del Libertador fueron trasladados a a Plaza San Martín y recibidos por el presidente Nicolás Avellaneda, quien inició su homenaje con la frase de Quintiliano "Pocas palabras ante tan magno hecho".
     


    Vapor Villarino

    El vapor Villarino fue un buque de vapor que sirvió como transporte armado en la Armada Argentina. Fue el primer buque de guerra de esa armada trasladado con mandos y tripulación argentina desde Europa (donde fue construído).

    En su viaje inaugural condujo los restos del general José de San Martín y hasta su naufragio cumplió un destacado servicio en apoyo de la exploración y colonización de la Patagonia Argentina.
     


    Créditos:

     



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