Durante su discurso, Toledo Vargas también repudió las «aberrantes» declaraciones del ex jefe de la Fuerza Aérea Chilena quien aseguró que ese arma ayudó al Reino Unido de Gran Bretaña a luchar contra la Argentina en la guerra por Malvinas acontecida en 1982.

El acto se realizó en la zona céntrica, poco después del mediodía junto al busto que perpetúa la memoria del General San Martín, el cual estuvo flanqueado por banderas argentinas y chilenas.

El intendente Fernando Cotillo, quien se encontraba en Buenos Aires, fue representado por el presidente del Concejo Deliberante, Luis Martínez Crespo, asistiendo además otras autoridades de ese cuerpo, la diputada por pueblo Nieves Beroiza, oficiales de la Subprefectura y de la Policía Provincial, además de otros invitados especiales y un grupo no muy numeroso de residentes trasandinos.

Además de entonarse los himnos nacionales de ambos países, se depositaron tres ofrendas florales en el pedestal del busto a San Martín y luego se otorgaron presentes recordatorios a dos vecinos de origen trasandino que hace muchos años están afincados en Caleta Olivia: Julio Burgos y Luis Oyarzún.

En el epílogo de la ceremonia se dio lugar a dos costumbres arraigadas en la tradición del vecino país: hubo un esquinazo de cueca y también se invitó a las autoridades y público a saborear chica en cacho.
 

Desagravio

Esta ceremonia no habría diferido de la realizada años anteriores a no ser por el discurso de cuatro carillas que pronunciara Toledo Vargas, el cual tuvo tres capítulos, uno de los cuales constituyó una reseña histórica de la lucha por la independencia de los países latinoamericanos, particularmente el suyo propio.

La segunda instancia de gran relevancia estuvo enfocada a fustigar con severidad a la dictadura militar que encabezó el general Augusto Pinochet, lo cual le dio pie a la postura asumida por las fuerzas armadas de ese país contra la Argentina cuando se produjo el conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982.

En ese sentido Toledo Vargas rindió homenaje a los argentinos que lucharon y murieron en esa guerra, pero al mismo tiempo se hizo eco de la «rabia» que sienten muchos de sus compatriotas por las declaraciones públicas que hizo días atrás un general trasandino que en 1982 ocupaba la jefatura de la Fuerza Aérea Chilena, Fernado Mathei, el cual admitió que su arma colaboró con el Reino Unido de Gran Bretaña.

«Repudiamos las aberrantes declaraciones de uno de los secuaces del golpe militar que confirmó la ayuda que prestaron a los piratas ingleses en la guerra contra la Argentina» sostuvo Toledo Vargas, al tiempo que instó al presidente Ricardo Lagos a realizar la investigación pertinente «por la actitud de la Televisión Nacional de Chile de poner en el aire tales declaraciones».
 

Discriminación

El tercer capítulo de sus expresiones fue aún más llamativo ya que trajo a colación su reciente participación en el Congreso de la Federación de Centros de Residentes Chilenos en Argentina que se realizó hace pocos días en Neuquén «donde no quedan leyes discriminatorias».

Esa última frase despertó la atención de autoridades locales y público en general, que escucharon aún con más asombro lo que seguiría a continuación.

El dirigente trasandino señaló que «hoy cuando hablamos de la independencia de los países latinoamericanos, nos atrevemos a usar esta tribuna para solicitarles respetuosamente a quiénes corresponda, que empiecen a dar los pasos para que en esta provincia (Santa Cruz) en donde la discriminación se acuna desde la escuela, cuando ningún hijo de chileno puede ser abanderado o escolta a pesar de sus calificaciones y de frentón los maestros les dicen que es por su origen, no existan más estas diferencias».

Además, en otro pasaje de su alocución, sostuvo que «en Santa Cruz también se discrimina cuando los docentes son de origen chileno» y además «solo podemos elegir intendente y concejales, pero no podemos ser elegidos.

No podemos elegir ni Presidente, ni senadores ni diputados. En Santa Cruz los chilenos no podemos postular a casas, becas y otros derechos. Vivimos una suerte de ciudadanía de segunda clase».

Tras otra serie de consideraciones instó a pensar que «Latinoamérica es una sola y que las amenazas son del Norte. Mientras nos peleemos entre hermanos, más fácil presa seremos de la expoliación que silenciosamente ya están llevando a cabo.

La lucha por la independencia sigue; ahora es otro el imperio, pero el fin es el mismo».
 

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico. (18/09/05)