Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
"Portal a los Hielos Eternos"

Historia

Al rescate de la Corbeta Swift
 


Corbeta.

Un buzo de Ejército, el Teniente Primero Ed Fís Daniel Escobar, del Regimiento de Tanques 9, se encuentra realizando tareas como buzo de apoyo al rescate de los restos de la corbeta Swift, integrando la tercera y cuarta campaña del año que realiza el grupo de arqueólogos responsables de la recuperación de esta nave inglesa que, en 1769, naufragó en la Ría Deseado.

Desde el siglo XVI, la Ría Deseado, un importante puerto natural de aguas profundas en la provincia de Santa Cruz, albergó y dio refugio a los integrantes de expediciones y campañas, quienes la empleaban como punto de encuentro en las travesías transatlánticas.

Hoy se conoce que numerosos navíos descansan en el lecho de la Ría, como es el caso de la Hoorn -nave holandesa que naufragara después de incendiarse-, la Swift -la más importante por su valor arqueológico-, y otros barcos aún no identificados.

La corbeta Swift fue botada en 1762, y construida por artilleros ingleses. Contaba con 28 metros de eslora y estaba armada con 14 cañones de 6 libras y 12 pedreros de 1/2 libra.

Tenía su base en las Islas malvinas, y allí formaba parte de la dotación destacada por la Corona Británica para su defensa.

Hasta 1975 no se supo del naufragio de la corbeta en la Ría. Fue en esa fecha cuando un australiano descendiente de Eramus Gower, uno de los sobrevivientes, visitó la Argentina y contó la historia que había sido herencia en su familia.

A partir de ese momento, se comenzó la búsqueda de la nave, impulsada principalmente por dos jóvenes buzos deseandeses.

Y tras ocho años de búsqueda se encontraron los restos del naufragio. Se creó entonces la llamada "Comisión de Búsqueda y Rescate de la Swift", se logró la protección legal del sitio, al ser reconocido como primer sitio arqueológico subacuático en la Argentina.

Desde hace dos años, el equipo de trabajo para el rescate de la corbeta está dirigido por la arqueóloga Dolores Elkin, y en él participan arqueólogos, dos buzos de la Prefectura Naval y uno de Ejército, el Teniente Primero Ed Fís Daniel Escobar, del RC Tan 9.

Todos forman parte de un programa denominado "Investigación y Conservación del Patrimonio Subacuático Argentino", del Instituto Nacional de Antropología, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Nueve años lleva como buzo de Ejército el Tte. 1ro Escobar. Sus primeros trabajos en el Swift los comenzó a realizar en su tiempo libre, después de la petición hecha por parte de la Dra. Elkin.

Posteriormente, el Ejército quiso colaborar con el proyecto y autorizó que su buzo se encargara de la planificación del buceo del grupo de arqueólogos.

"Apoyo a los buzos arqueólogos y me encargo de programar los buceos del día, teniendo en cuenta las tablas horarias de la marea.

Éste es un trabajo que implica una gran responsabilidad, ya que de lo correcto de la planificación depende la seguridad de los buzos", comenta el Tte. 1ro Escobar.

La corbeta se encuentra a 18 metros de profundidad (con marea alta) y a 100 metros de la costa.

En su cuarta campaña del año en Puerto Deseado, este grupo de profesionales trabaja con entusiasmo y profesionalismo para sacar a la luz un pedazo de historia que yace en el lecho de la ría.

Diariamente, aprovechando la claridad que proporciona la pleamar, estos buzos se sumergen por el transcurso de tres horas.

"Generalmente los seis buzos bajamos dos veces por día, dependiendo de la marea. Realizamos trabajos de excavación en el lugar, que está dividido en diferentes sectores de interés; utilizamos una sorbona para sustraer de forma controlada el limo en el que está hundido el barco".

Y es precisamente el limo lo que ha procurado que la corbeta Swift se haya conservado 230 años bajo el agua con multitud de objetos en su interior.

"Encontramos botellas, vajillas, candelabros, balas de cañón, relojes de arena, e innumerables efectos, todos están bajo una capa de musgo, y hay que buscarlos casi al tacto. Y todavía faltan por sacar a la superficie los cuatro cañones que hemos encontrado hasta el momento, de un total de catorce".

El trabajo del Teniente Primero Escobar se enmarca en el conjunto de las tareas que realiza el Ejército en apoyo a la comunidad, tanto en una actividad como el rescate de una corbeta con alto interés arqueológico e histórico, como en la ayuda que proporcionó a los inundados en el Litoral, en los incendios forestales que este verano devoraron miles de hectáreas en la Cordillera, o en labores relacionadas con la preservación de la naturaleza, como fue el caso de los trabajos realizados tras el derrame de petróleo en la costa bonaerense.


 
Temas Relacionados
Historia
Página Principal