Luciana Ferreyra cruzó a nado el Estrecho de Gibraltar, en este caso formando un equipo con Guillermo Rave y el Dr. Mario Sosa. Al llegar a Comodoro, Luciana dialogó con Crónica y ya se prepara para un nuevo desafío, el Estrecho de Magallanes.

Siempre nadó en la pileta de Diadema Argentina, en su niñez también compitió en esta disciplina. Hace muy poco consiguió cruzar el Estrecho de Gibraltar uniendo España y Marruecos.

"Siempre seguí nadando porque me gusta, me encanta, hace como dos años me compré un traje de neoprene, me tiraba en una que otra travesía pero no nadaba todos los días.

Lo conocí a Guillermo Rave, y luego a Mario Sosa. Me invitaron a nadar y comencé a nadar con ellos. Yo, le tenía miedo a las profundidades, imaginate que me metía en la costa y tenía miedo de avanzar. Tuve que comenzar desde el principio, no es lo mismo que nadar en pileta, se disfruta de otra manera".

"Ahí empezamos, me acompañaron a la travesía de Playa Unión, luego seguimos nadando y surgió esta posibilidad, nos pusimos las pilas, comenzamos a entrenar duro, dos horas por día.

Nadamos seis meses, pero la preparación comenzó en mayo aproximadamente. Habíamos decidido cruzar el Estrecho de Gibraltar", expresa Luciana Ferreyra.
 

No se puede nadar solo, los buques te pasan por arriba Los nadadores del Triatlón Acuarium estuvieron 5 horas en el mar para recorrer 20 km.

"Allá estuvo todo muy bien organizado, existe una Asociación para el cruce, se comunican en forma permanente con los buques. Ellos te organizan los permisos para que puedas cruzar, autorizaciones en España y Marruecos, obviamente que se paga.

Uno no se puede tirar a nadar solo porque es tanto el tráfico que los buques te pasan por arriba".

"Nos tocó nadar con niebla, después nos enteramos que estuvo a punto de suspenderse. Nadamos juntos bastante bien, nos separábamos un poco pero llegamos bien.

Había una embarcación que nos guiaba por donde ir, en las corrientes a favor, tomamos mucha agua, un gel con glucosa de rápida disolución. Me cansaba los brazos por momentos, pero fue peor cuando vimos la costa, aumentó la ansiedad. Parecía que estaba ahí pero no llegábamos más", asevera Luciana.
 

Entrenando para un nuevo desafío

Consumieron 10 litros de agua, pero también comida y geles nutritivos fueron parte de esta travesía. "Hubo momentos que aquella persona que paraba al resto, la corriente lo llevaba para atrás, creo que algo de más nadamos.

Las corrientes se sienten, por momentos nadábamos bien, se sentía la corriente fría. Me gustaría hacerlo sin traje, la temperatura del agua era de 17º C, para eso se debe preparar el cuerpo, engordar un poquito".

Los tres atletas entrenaban casi toda la semana, solo con un día de descanso, haciendo jornadas de 12 km. "La relación era, si hacemos 12 km. en pileta, 14 en el mar lo podíamos hacer tranquilamente, por la adrenalina del momento y todo.

Después, hicimos 20 km. Pero fue fantástico, lo disfruté mucho, estaba en el mar y miraba para atrás, estaba feliz de estar cruzando el Estrecho de Gibraltar. Los chicos sintieron lo mismo".

El próximo desafío aún no se sabe, pero podría ser el Estrecho de Magallanes. "El agua es muy fría pero seguro que lo encararemos, las Malvinas lo estamos viendo. Ya estamos entrenando, nadando en el mar para acostumbrarnos al frío, pero hay que estar dos o tres horas en el agua. Estamos con todas las pilas metidos en agua", dijo por último Luciana Ferreyra.
 

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Publicado en el Diario Crónica. (07/09/06)