El año pasado, fue el primero en cruzar la línea de llegada en una competencia sudamericana que se celebró en Buenos Aires. En aquella ocasión, con su silla de ruedas recorrió los 150 metros de distancia. También participó en otra disciplina, lanzamiento de bala, donde demostró una destreza única.

Ezequiel concurre a la Escuela Especial 514, donde la comisión de padres trabaja arduamente para que sus esfuerzos no sean en vano.

Desde juntar fondos para costear la estadía del chico en las diferentes localidades donde le toca competir, hasta la gestión de los pasajes aéreos para que viaje más cómodo, son algunas de las tareas que vienen desarrolando en silencio.

Es que, como representante de nuestra provincia, Ezequiel recibía pasajes por vía terrestre «y si nosotros nos cansamos de viajar todo un día en colectivo, hay que imaginarse cómo terminaba él», contó Sergio Llaiquel, miembro de la comisión de padres.

Ahora, por gestiones del senador Marcelo Guinle, podría siempre viajar en avión.

Además, el chico tenía que sortear un inconveniente. Su silla de ruedas no era la reglamentaria para participar en los distintos torneos, y en más de una ocasión fue gracias a la ayuda de otras entidades que pudo subirse a una de ellas, aunque sea por pocos minutos.

Así fue como comenzó la difícil tarea de la comisión de padres. Conseguir los fondos para una silla de ruedas de carreras no fue un gran obstáculo.

Según contó Llaiquel, el senador Guinle les entregó un subsidio de 3.000 pesos, parte del cual fue destinado para el pago de una silla de competición.

Es que «no es rentable vender este tipo de sillas, y entonces se nos hizo un poco difícil dar con alguien que la fabricara a medida».

Según averiguó, comprar una silla en Estados Unidos requiere de 7.000 dólares, cifra obviamente lejana al bolsillo de cualquier trabajador. La silla se fabricó en Entre Ríos y fue pintada con los colores de Racing, el club que Ezequiel tiene en su camiseta y en su corazón.

Ayer la silla fue ubicada en el gimnasio de la escuela, donde cargado de ansiedad Ezequiel retiró la manta que la cubría y se emocionó al ver lo que hasta entonces le parecía inalcanzable.

A su lado estaba la directora del establecimiento educativo, Graciela Aguila, quien agradeció la ayuda recibida, y también el trabajo que desde hace tiempo realiza la profesora de educación física, Alejandra Fava.

Sus compañeros de estudio aplaudieron y gritaron al unísono «que la pruebe, que la pruebe», y Ezequiel accedió gustoso luego de colocarse el casco y parte de la indumentaria deportiva que se compró con los fondos recibidos.

«Estoy muy emocionado y contento por este regalo. Ahora tengo con qué entrenar para participar de las competencias», dijo sonriente el deportista de 13 años, quien fue convocado por el entrenador Beto Rodríguez para formar parte del equipo nacional.

«Ahora sólo falta que Beto (Rodríguez) me llame para saber cuándo me toca participar», concluyó mientras recorría el salón.
 

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Publicado en el Diario El Patagónico. (13/04/06)