"Capital del Viento" |
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El club Gimnasia y Esgrima junto a la empresa Pan American Energy le donaron uno al establecimiento educativo ubicado en el centro de Comodoro Rivadavia para que sus alumnos puedan sumarse a ese deporte.En un acto por demás emotivo -que contó con la presencia del inventor Ricardo Molinari, junto al presidente del club Gimnasia y Esgrima Juan Pablo Luque y autoridades municipales- se hizo entrega ayer a la tarde del tablero para no videntes y disminuidos visuales a la escuela Especial 515 de Comodoro Rivadavia.
Poco más de quince chicos de la mencionada escuela recibieron con mucha alegría y entusiasmo el tablero sonoro que emite seis sonidos distintos y les permitirá de ahora en más poder practicar básquet y ser más integrados a la sociedad debido a que podrán compartir este deporte con cualquier persona.
El ex basquetbolista Ricardo Molinari es el mentor de este tablero especial que fue adaptado para que chicos no videntes y disminudios visuales comiencen a practicar ese juego. Molinari llegó a la ciudad de los vientos invitado por el club Gimnasia y Esgrima para explicar en qué consiste y la utlización que se le puede dar al tablero sonoro.
En el acto estuvo presente el director técnico de Gimnasia y Esgrima, Fernando Duró, junto al alero Leandro Masieri, quienes siguieron con mucha atención y alegría las explicaciones sobre el funcionamiento de la novedad.
El creador mostró a todos los presentes un video explicativo que duró aproximadamente ocho minutos donde comenta cómo surgió la idea y como vivió el proceso hasta que lo pudo finalizar.
Una vez que finalizó la proyección la directora del establecimiento Elena Ambos, junto a Molinari y el presidente del club ‘mens sana’ fueron los encargados de descubrir el tablero que fue recibido con aplausos de todos los presentes.
Los chicos que concurren a la escuela especial fueron los encargados de inaugurarlo con ayuda del ex basquetbolista que no pudo evitar las lágrimas al ver la sonrisa que había conseguido con su creación.
Créditos:Publicado en el Diario El Patagónico. (17/03/07)
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