El pequeño se ganó la posibilidad de participar en la Copa del Mundo luego de clasificar séptimo en el Panamericano realizado en Colombia durante julio. Será el primer ajedrecista de esta ciudad en representar al país en un torneo de tamañas características.

José Ignacio González Jiménez cumplirá su sueño, pero no podrá viajar con sus padres.

A los diez años, cuando muchos chicos andan detrás de una pelota o jugando a la Play Station, José Ignacio González Jiménez prefiere el ajedrez.

Su papá Néstor fue quien lo acercó al tablero, pero rescata que fue el mismo José quien se entusiasmó con el deporte ciencia y comenzó a interiorizarse sin descuidar el colegio en el Abraham Lincoln donde en la actualidad cursa quinto grado.

Luego de mucho entrenamiento comenzó a participar en distintos torneos regionales hasta consagrarse campeón en el torneo Pedro Propic en la localidad santacruceña de Las Heras. De ahí protagonizó diferentes certámenes hasta llegar a la semifinal argentina Sub 10 en Córdoba donde quedó segundo.

En julio de este año realizó por primera vez un viaje al exterior y participó del torneo Panamericano realizado en Colombia donde se ubicó séptimo, sobre 75 competidores.

Allí se adjudicó la posibilidad de representar al país en el mundial que arrancará pasado mañana en Turquía. Pero recién ayer a la mañana su familia se enteró a último momento, que estaba todo listo para que José pueda viajar gracias al apoyo gubernamental.

Lamentablemente, el dinero no alcanzó para que pueda ir con él alguno de los padres y se priorizó que lo acompañe su entrenador Andrés Aguilar.

Ayer por la tarde en la casa del pequeño, ambos jugaban las últimas partidas mientras se armaban las valijas para salir hoy a las 9 rumbo a Turquía.

«Me puse muy contento cuando supe que estaba la ayuda. Me dieron una mano muy grande, pero no alcanza para que vaya mi mamá y decidimos que me acompañe Andrés», rescató el pequeño en su casa del barrio Pueyrredón.

Sobre lo que se imagina que le espera al llegar a Turquía, donde habrá representantes de su edad de todas partes del mundo, no se amilanó y confesó:

«me siento bien, vamos a llegar el mismo día que arranca el torneo, así que voy a estudiar un poco y empezaré a jugar. Ojalá le pueda ganar a varios chicos, la idea es quedar en un buen lugar».

Sobre su trayectoria en el deporte ciencia recordó que el torneo más competitivo en el que participó hasta ahora fue en el Panamericano disputado en Colombia hace cuatro meses, donde sumó mucha experiencia.

«No me acuerdo quién fue el rival más difícil que enfrenté, pero el Panamericano fue el torneo que más nivel tuvo», destacó.

Al saber que el campeonato mundial se acercaba y sin tener la confirmación de los pasajes y la estadía, su papá Néstor habló nuevamente con Andrés (ya lo había preparado para el Panamericano) para que intensifiquen las prácticas.

«Tres veces por semana estamos jugando con Andrés y a veces hasta poco más de dos horas estamos entrenando», comentó José Ignacio.

Andrés Aguilar acotó que le preocupa el hecho de no haber practicado partidas largas. «Él está acostumbrado a jugar partidas de veinte minutos más o menos, pero en un mundial una partida puede durar el día entero. Ojalá que eso no sea un problema, pero creo que ya el hecho de estar allá es algo muy importante».

Su papá Néstor remarcó que no será fácil permanecer en Comodoro Rivadavia, mientras su único hijo participa del mundial de ajedrez en Turquía. «Va a ser complicado porque es muy chico para viajar tan lejos.

En un principio lo iba a acompañar su mamá Isabel, pero como el apoyo no alcanza, decidimos que viaje con Andrés. Igualmente destaco la ayuda que recibimos por parte del Gobierno Provincial, Municipal y del senador nacional Marcelo Guinle para que esto sea posible», subrayó.

Los representantes comodorenses llegarán sobre el inicio del mundial a Turquía, luego de varias escalas en Europa y permanecerán lejos de casa hasta el 2 de diciembre.
 

Créditos:

Publicado en el Diario El Patagónico . (15/11/07)