Comodoro Rivadavia - Chubut Argentina
"Capital del Viento"

Deportes

Agradecemos a la Paraolimpiada
 


Jorge Lencinas, medalla de bronce.
Deportista: Jorge Lencina.
Deporte: Judo.
Evento: 81 Kg.
Medalla: Bronce.
 


Fabián Ramirez, medalla de bronce.
Deportista: Fabián Ramirez.
Deporte: Judo.
Evento: 73 Kg.
Medalla: Bronce.
 


Guillermo Marro, medalla de bronce.
Deportista: Guillermo Marro.
Deporte: Natación.
Evento: 100 m. espalda.
Medalla: Bronce.

Al inaugurarse la Paraolimpiada, la gente se dio cuenta de que la afirmación de que “las dos Olimpiadas serán igualmente magníficas” no son palabras que no valen, pues podemos agregar incluso otra afirmación: Agradecemos más al grandioso encuentro paraolímpico.

En la ceremonia de inauguración de la Paraolimpiada, los actores minusválidos repitieron una y otra vez un término: agradecer. Ellos, cantando y bailando, agradecían al viento y la lluvia, agradecían al cielo y la tierra, agradecían a la luz solar, agradecían al calor de la sociedad humana.

Sin embargo, viendo los brillantes rostros risueños de los deportistas minusválidos de diversos países, sus movimientos rítmicos y llenos de vigor, los besos que lanzaban hacia todas partes y su lenguaje de señas; viendo al pianista ciego Jin Yuanhui llevando maravillosamente, a través de las melodías de Chopin, las cuatro estaciones desde el “Nido de Pájaro” hasta todos los rincones del mundo; viendo a la chica de ballet Li Yue que perdió una pierna en el terremoto de Sichuan, con ayuda de las manos de un tío ciego, volviendo a poseer la punta de pie que da más vueltas; viendo a Hou Bin, sentado en una silla de ruedas, haciendo grandes esfuerzos para subir poco a poco y llevar las llamas olímpicas a la torre principal...todo esto permitió que los agradecimientos en el corazón de las personas sanas se acumularan de manera paulatina.

Así es. En los Juegos Paraolímpicos, los que más agradecimientos merecen son precisamente estos deportistas minusválidos que desarrollan la más firme y tenaz voluntad de vida hasta el límite y que desarrollan la optimista conciencia de vida hasta el límite.

Ellos, o de baja talla, o no ven el mundo multicolor, o andan tambaleándose, pero no se echan al suelo, sino que se ponen más derechos de pie. Ellos viven más serenos, más finos, prestan unos a otros mayor atención a los sentimientos y pensamientos y tienen más amigos.

En el acto inaugural, los actores minusválidos ofrecieron un ámbito merecedor de admiraciones; luego en las competiciones, los deportistas minusválidos, con fuerza de voluntad asombrosa, han venido protagonizando un diálogo más destacado, más excelente y más conmovedor, pues para el mundo, la Paraolimpiada no es una competición atlética, sino un “diálogo”, un “diálogo” entre los minusválidos para consolarse, calentarse y alentarse en forma recíproca, y también un “diálogo” entre los minusválidos y las personas sanas para consolarse, calentarse y alentarse de manera mutua.

Si no fuera por la Paraolimpiada, cuando caminamos con facilidad, paseamos y hablamos animada y humorísticamente, en muy pocas ocasiones podríamos darnos cuenta de la existencia de un enorme grupo humano a nuestro lado. Tal vez nuestra indiferencia les haga daño, aún cuando sin querer.

Casualmente pensamos en ellos, y sentimos muchas veces piedad de ellos; a veces, también pensamos tratarlos bien, para mostrar nuestro nivel de civilización.

Gracias a la plataforma de la Paraolimpiada, nos damos cuenta de que en cierto sentido ocupamos una posición dominante y tenemos deseos unilaterales. Pero, ¡cuán tranquilo y seguro de sí mismo se siente y cuán firme y tenaz es este grupo de personas frente al destino y qué alegría sincera tiene!.

Son ellos y los Juegos Paraolímpicos los que han despertado los sentimientos bondadosos y de gratitud propios de nosotros, nuestra máxima solicitud por la humanidad y nuestra firme confianza en el futuro.

Aún cuando la maravillosa noche de la ceremonia de apertura de la Paraolimpiada sirva sólo para hacer realidad el sueño de la chica Li Yue, sólo para Li Yue que “se salvó” difícilmente del terremoto de Sichuan para convertirse en esa dulce Princesa de Ballet en cuento infantil, ¡esto será digno!.

Porque en esa zapatilla de baile de color rojo de la pequeña princesa de ballet, todo el mundo ha visto la perseverancia de ella, la perseverancia de Sichuan, la perseverancia de la nación china con historia de cinco mil años y la perserancia de los minusválidos de todo el mundo por una vida mejor...

¡Agradecemos a Li Yue, agradecemos a la Paraolimpiada y agradecemos a todos los minusválidos!
 


Créditos:

  • Publicado en el Sitio Pueblo en línea. (10/09/08)
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