Comodoro Rivadavia - Chubut Argentina
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Cómo se produce petróleo en el mayor yacimiento de la Argentina
 


Esta estación de servicio se encuentra a metros de las instalaciones del Yacimiento "Cerro Dragón" que administra PAE (Pan American Energy). Este yacimiento produce unos 100.000 barriles de petróleo por día, o cerca de un 15 por ciento de la producción de crudo de Argentina. un lugar donde está el 50 por ciento del crudo de la provincia del Chubut. Cerro Dragón se encuentra a 70 kilómetros al oeste de Comodoro Rivadavia, en el extremo sur de la provincia. Febrero 2011. Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.

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Desde que se descubrió petróleo en 1907 las cigüeñas son parte del paisaje del rico Golfo San Jorge. Esas gráciles bombas que extraen el crudo fueron inventadas por dos hermanos ucranianos de apellido Lifkin.

Y vistas desde la ruta indican que la producción petrolera es aún una industria del siglo XIX. Pero las apariencias engañan: debajo hay desarrollo tecnológico del siglo XXI.

En Cerro Dragón, a 70 kilómetros al oeste de Comodoro Rivadavia, en el medio de la clásica estepa patagónica, se observan 2.178 pozos, la concentración más alta para un solo yacimiento.

El otoño que esta vez parece primavera con sol y poco viento no le permite distraerse a Cristian Legaz, de 28 años y técnico en petróleo. En una sala que se asemeja a las plataformas de control de la NASA más que a una oficina de campamento petrolero, Legaz no le saca los ojos a una gigantesca pantalla plana. Es la que le informa la marcha de cada pozo: si hay suficiente presión, cuánto se extrae y cuáles son los peligros.

En otras pantallas aparecen líneas que viran del amarillo al rojo y con el mouse hasta se pueden abrir o cerrar las válvulas en pozos que están diseminados en una vasta superficie de 3.700 kilómetros cuadrados que equivale a 17 veces la Capital Federal.

A la información también pueden acceder los geólogos que están en Londres o en Buenos Aires. Así las cosas, el principal yacimiento de la Argentina ya está totalmente informatizado.

Cerro Dragón pertenece a Panamerican Energy, una sociedad 60% de British Petroleum y 40% de la polémica familia Bulgheroni de la Argentina.

En lo peor de la crisis, la compañía se dio una estrategia de inversiones multimillonarias en un área que muchos creían madura y con pocas posibilidades.

Construyeron usinas para contar con electricidad y tendieron fibra óptica y camaritas por todo el campo, lo que les permite leer en las computadoras lo que pasa en el subsuelo. En simultáneo, un audaz plan de exploración.

Cerro Dragón saltó rápidamente de los 58.000 barriles diarios en que se había estancado a los más de 90.000 de la actualidad: es el 14% de la producción nacional. También contribuye con el 5% de la producción de gas.

Para Panamercian Energy es su activo más importante: le genera US$ 1.782 millones anuales y ganancias por otros 300 millones. Los ingleses de BP lo toman como un caso testigo.

Fernando Villarreal, de 52 años, es vicepresidente de operaciones. Este ingeniero lidera un proceso que aplica las técnicas japonesas de mejora continua en las 6.000 personas que trabajan allí.

En el área se operaba de manera aislada y cuando las cosas fallaban, los diagnósticos llegaban tarde. "A los 10 minutos podemos reaccionar aunque el pozo esté a cientos de kilómetros", se jacta Cristian, que con un click puede pararlo y ordenar la reparación al equipo más cercano.

Después de cruzar el cañadón Pedro, por caminos de ripio que parecen asfalto, se llega a la planta de gas que alimenta las usinas que utiliza Cerro Dragón.

Andrea Montenegro, una ingeniera química de 36 años, vigila desde sofisticadas computadores la presión, las temperaturas y está en alerta por los productos altamente corrosivos que utilizan.

Es curioso, pero con el precio del crudo superando los 70 dólares las cosas se han vuelto más complejas.

"Debemos planificar al instante ya que no se consiguen equipos de perforación y hay que esperar meses para la entrega de cualquier insumo", cuenta Villarreal.

Asegura que el campo tiene 12 años más de reservas frente a los 9 años de la Argentina. Aun así, Villarreal da la impresión de estar siempre en guardia. "Como en la vida, aquí hay problemas que uno no sabe que tiene", justifica.  


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