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Ecología

Los Chaguares, o cómo salvar el bosque nativo del Chaco
 


El mono carayá (o aullador), una de las especies presentes en la reserva.

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  • Como dijo a Infobae el ingeniero agrónomo Humberto Ramírez Arbo, responsable técnico de la Reserva Natural Los Chaguares, "su dueño, Javier Cardeli, podría haberse hecho millonario loteando el terreno; en cambio, eligió destinarlo a este proyecto ambiental".
    Ubicadas a 20 minutos de viaje en auto desde Resistencia y bordeadas por el riacho Tragadero, las 19 hectáreas de Los Chaguares se habrían cotizado alto como terrenos para casas de fin de semana, en una localidad -Colonia Benítez- bautizada como la "capital botánica del Chaco", por lo frondoso de su vegetación.

    Pero Cardeli, que es contador y empleado público provincial, prefirió destinarlas a la preservación del bosque nativo y a actividades educativas ambientales. Para eso formó un equipo con Ramírez Arbo y con la bióloga Griselda Oria, entre otros, para convertir su propiedad en una reserva natural.
    Estamos en la zona del Chaco húmedo por lo que, a la abundancia de vegetación de un verde exhuberante -lapacho, espina corona, laurel, palo mora, en la orilla del río; quebracho, urunday, palo santo, palo borracho, en el monte alto- se suma una fauna nativa de lo más variada.

    94 especies de aves han sido fotografiadas en la reserva, a lo que se suman el mono carayá, el yacaré, el carpincho, el tatú mulita, el guazuncho, etcétera. Protegiendo el bosque se protege a esos animales.
    Esto habla de la importancia de la iniciativa; aunque de dimensión reducida, el área de influencia de la reserva es mucho más amplio y, sobre todo, mucho más amplio debería ser su impacto como modelo de lo que muchos propietarios podrían hacer, con asistencia del Estado, pero fundamentalmente a partir de su decisión e iniciativa.

    En el año 2012, el equipo convocado por Cardeli presentó un proyecto de creación de la reserva Los Chaguares (del nombre de la planta de la que los aborígenes extraen la fibra con la que tejen bolsos y otros objetos), aprovechando el marco que brinda la Ley de Bosque Nativo (2007), que otorga subsidios al propietario de tierras donde hay bosques nativos, para su preservación.
    La propuesta incluía la realización de actividades con la menor intervención posible, visitas educativas, turismo sustentable, y a la vez desarrollar tareas de manejo de bosques, estudio de la flora y fauna, etcétera.

    El mecanismo para la creación de este tipo de reservas es un acuerdo entre el propietario del predio y la autoridad de aplicación -la Dirección de Fauna- que declara al sitio zona protegida. Los propietarios se comprometen a convertirlo en un lugar de protección de flora y fauna y de concientización y educación ambiental. La reserva fue inaugurada el año pasado y también recibió respaldo de las áreas de Turismo, tanto nacional como provincial, en especial para la difusión de su existencia y actividades.
    Los Chaguares se encuentra en un área que ha sido declarada sitio Ramsar en el año 2004 –según la convención internacional que busca preservar los humedales en todo el mundo- con el nombre de "Humedales Chaco".

    "Para medir la importancia de la conservación meidoambiental en tierras privadas, basta saber que el 90% del territorio argentino está en manos de particulares", dijo Cardeli, en una conferencia de presentación de su proyecto en el marco de la Bienal Internacional de Esculturas que tuvo lugar en Resistencia en julio pasado.
    El terreno fue zonificado dividiéndose la reserva en tres áreas: una de ellas, de entre 6 a 8 hectáreas) queda totalmente reservada a la investigación y cerrada al público.
    En el lugar se hicieron algunas obras mínimas, siguiendo las llamadas "buenas prácticas ambientales": un portal de ingreso, una administración, áreas de descanso y sanitarios.

    La reserva está abierta de lunes a viernes para las visitas de instituciones educativas, y los fines de semana y días feriados para la comunidad en general. Además, se organizan charlas y talleres.
    "Un programa ambiental implica educación e investigación y estudios de biodiversidad, conservación del bosque nativo, conocer el valor del patrimonio natural del Chaco y promover la participación en la protección y mejoramiento del medio ambiente", explicó la bióloga Griselda Oria, en la conferencia citada.

    En el lugar se realiza un diagnóstico y monitoreo del bosque, un relevamiento de la fauna y se busca detectar amenazas, entre otras actividades.
    "Nos interesa divulgar el conservacionismo del bosque chaqueño, estudiar la evolución de la masa boscosa en la zona de influencia", dijo Ramírez Arbo.
    "El llamado parque chaqueño es un tipo de sabana, que alterna grandes franjas abiertas de pastizales con sectores de monte, en parte fuerte o tupido, en parte, alto -explicó-. También hay esteros y cañadas. Y coexisten plantas exploradoras y plantas pioneras, especies que luchan entre sí como sucede en la fauna. La palmera, por ejemplo, es una sobreviviente en ambientes difíciles".

    "El monte chaqueño es el único bosque en la zona subtropical continental, por eso es importante defenderlo -destacó Ramírez Arbo-. ¿Por qué hay monte aquí y no en Chihuahua, por ejemplo? Se debe al régimen de lluvias, que en esta zona están concentradas en verano en un 70 por ciento. El aprovechamiento es mayor para las plantas".
    "Pero esta situación puede perderse por nuestra inacción -advierte- Las represas construidas en Bolivia, por ejemplo, restan potencia a los ríos que atraviesan el Chaco. El Pilcomayo pierde cada vez más caudal y fuerza por las obras en su cauce alto".

    A los ríos que se están muriendo, se suma la desforestación.
    "¿Qué estamos haciendo con el gran Chaco? [N. de la R: abarca parte del norte de Argentina, regiones de Bolivia, de Paraguay y sur del Brasil]: Lo estamos desmontando –denuncia el responsable técnico de Los Chaguares-: 15 millones de hectáreas desmontadas en el gran Chaco Americano. Ya llevamos desmontado un territorio equivalente a una provincia del Chaco".
    Las alertas por el calentamiento global ya son un lugar común, pero no es sólo la emisión de carbono lo que tiene incidencia en este fenómeno. Como explica Ramírez Arbo, "la desforestación, al quitar la cobertura del suelo, hace que el sol pegue directamente en éste, elevando la temperatura".

    El marco que hizo posible la iniciativa de Los Chaguares es la ya mencionada Ley 26331 de preservación de bosques nativos. Una iniciativa loable pero cuya ejecución, como suele suceder, deja mucho que desear. En la propia provincia del Chaco se han presentado muchos otros proyectos similares al de esta reserva, e incluso se han desembolsado los correspondientes subsidios, pero son muy pocos los que efectivamente están funcionando.
    La importancia de que estas iniciativas se multipliquen radica en el hecho de que no basta con pequeños puntos aislados de preservación: hay que crear verdaderos corredores "verdes" que unan estas áreas ya que muchas de las especies en peligro lo están porque necesitan espacios vitales muy amplios para subsistir.

    También sigue en estado de promesa la creación del Parque Nacional El impenetrable, sobre 250 mil hectáreas –de lo que era la estancia La Fidelidad- compartidas entre Formosa y Chaco. La ley de expropiación dejó afuera 20 mil hectáreas, sin que se sepa el motivo. La expropiación no ha sido pagada aún a los propietarios.
    "Dinero destinado a defender bosques es desviado a otros fines -denuncia Ramírez Arbo-. Eso impide pagar la expropiación. Se ha burlado la buena fe de mucha gente. Hay poca voluntad política para crear el parque, aunque muchos crean que ya está encaminado".
     


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