"Capital del Viento" |
|
|
Los jujeños recorrieron unos 360 kilómetros en 15 días llegando a San Miguel de Tucumán el 8 de septiembre..
|
¿Qué fue el Éxodo Jujeño?
(Por Gabriela Bernasconi -18/08/22-)Se llama Éxodo Jujeño a la retirada que la población de San Salvador de Jujuy emprendió entre el 22 y el 23 de agosto de 1812, siguiendo órdenes de Manuel Belgrano, jefe del Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El motivo de la retirada fue el avance de un ejército realista que provenía del Alto Perú y que había penetrado en la Quebrada de Humahuaca. Belgrano consideró que no podía defender sus posiciones y ordenó la retirada general.El Éxodo consistió en el abandono de la ciudad y los campos de los alrededores y en la quema de todo aquello que no pudiera ser llevado para no dejar nada útil al enemigo. Belgrano respaldó la orden de retirada con la amenaza de fusilar a quiénes no abandonaran la ciudad.
La retirada concluyó en San Miguel de Tucumán, donde Manuel Belgrano hizo frente a los realistas y los derrotó el 24 de septiembre, frenando así su avance hacia el sur.A partir de entonces, el Éxodo Jujeño adquirió un significado heroico y se lo conmemora todos los años:
Cada 22 de agosto se levantan chozas de madera y paja a orillas del río Xibi-Xibi, que luego son quemadas mientras la población se desplaza a pie simulando la partida del pueblo jujeño en 1812.
Contexto históricoEl fracaso de la primera expedición auxiliadora al Alto Perú, a mediados de 1811, dejó al Ejército del Norte muy debilitado, por lo que debió replegarse al sur de la Quebrada de Humahuaca.
El 27 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato nombró comandante de esa fuerza al coronel Belgrano, que estableció su comando en San Salvador de Jujuy. Allí recibió a las fuerzas que regresaban del Alto Perú: 800 hombres mal armados y alimentados, enfermos y desmoralizados.Manuel Belgrano reorganizó esa fuerza, ampliándola a 1.500 hombres y mujeres, rearmándola y restableciendo la moral y la disciplina. Para aumentar el fervor patriótico, el 25 de mayo hizo bendecir una bandera argentina en la Catedral de Jujuy.
Mientras entrenaba a sus soldados, un ejército realista al mando del brigadier Pío Tristán, ocupó Suipacha, en el sur del Alto Perú. Para hacer frente al enemigo, el 29 de julio Belgrano dictó un bando exigiendo a la población la entrega de armas, municiones, ganado y cosechas, bajo la amenaza de considerar traidor a la Patria a quien no lo hiciese.Poco después, sus observadores le informaron que el enemigo ya se encontraba en la Quebrada de Humahuaca. Belgrano evaluó que pese a sus esfuerzos no podría hacer frente a los realistas, ya que era superado en hombres y armamento.
Tomó entonces la determinación de ordenar la retirada generalizada y dejar tierra arrasada al enemigo.
Desarrollo del Éxodo JujeñoEl Éxodo comenzó la noche del 22 de agosto de 1812 y se completó al día siguiente, mientras los últimos en retirarse eran protegidos por la retaguardia del Ejército del Norte, al mando del mayor general Eustoquio Díaz Vélez.
El plan de Belgrano consistía en no dejar al enemigo nada que le pudiese ser útil. Por eso ordenó a la población que quemase todo lo que no pudiese llevar consigo y que cegase los pozos de agua.
Unos 1.500 pobladores iniciaron la marcha en carretas, a caballo, a lomo de mulas y a pie. Solo una minoría no obedeció; algunos se escondieron y otros decidieron huir.El 3 de septiembre, mientras Manuel Belgrano comandaba la vanguardia de la columna patria, los gauchos jujeños, liderados por Díaz Vélez, derrotaron a la vanguardia realista en la batalla de Las Piedras, levantando la moral de todo el ejército.
Los jujeños recorrieron unos 360 kilómetros en 15 días llegando a San Miguel de Tucumán el 8 de septiembre. Si bien la orden de Buenos Aires era continuar hasta Córdoba, los jujeños, junto a los tucumanos y salteños, le pidieron a Belgrano que diera batalla para defenderlos de los realistas y no perder sus tierras.
Cuál es la importancia en la cultura popularEste acontecimiento es poco difundido por la historiografía argentina, y a su vez llevó a que el propio estado provincial junto a historiadores jujeños hayan creado un fuerte sentimiento regionalista sobre el tema en cuestión, olvidando que la orden de retirada por parte del Gral. Manuel Belgrano a través de la táctica militar de “tierra arrasada”, estaba circunscrita en la posibilidad de derrotar las fuerzas reaccionarias del imperio español, y con la acción del “éxodo” y otras acciones bélicas a lo largo de la guerra de independencia se pudo conquistar la liberación política, no solo de lo que hoy conocemos como estado argentino, sino de todo un subcontinente dominado por el imperialismo español.
Éxodo Jujeño y clases populares
(Por Malka Alvarenga Miranda -12/08/22-)Al hacerse cargo del Ejército del Norte el Gral. Manuel Belgrano, sabía que la tarea inmediata era reorganizar el plantel militar, es así que la primera medida a tomar fue crear la oficina de “enrolamiento de hombres jóvenes de la ciudad y el alistamiento de campesinos, indígenas, mestizos y criollos, la mayoría labradores, jornaleros o peones de la campaña jujeña, que abandonaron sus hogares para enlistarse en el ejército. Se solicitaban hombres entre 16 y 35 años, preferentemente solteros”.
Aquí vemos como las clases populares ingresan a conformar las huestes revolucionarias que serán parte activa del “Éxodo Jujeño”, esta oficina de enrolamiento también es replicada en Humahuaca, donde permanecía la vanguardia de los revolucionarios a cargo de Eustaquio Díaz Vélez.
Otra instancia de participación popular fue en lo que se conoció como la Maestranza, esta fue como una “fábrica” ambulante, ya que una vez que se dio la orden de partir hacia Tucumán, e iniciar la retirada, también partió con todo el personal que trabajaba en ella.“La gran cantidad de mano de obra, tanto especializada (artesanos) como no calificada, producía una diversidad de bienes destinados al equipamiento de las tropas. La fabricación y reparación de armamento de guerra, tales como cuchillos, lanzas, sables, bayonetas, picos, palas, cañones, estaba dirigido por artesanos expertos, maestros armeros, herreros, plateros, talabarteros y hasta carpinteros (...).
Mientras que los herreros, armeros y fundidores, se abocaron a la producción y reparación de armas y herraduras, el trabajo de sastres y costureras tuvo gran demanda durante la guerra, en la elaboración de uniformes para las tropas (...).
En general, el trabajo de las mujeres costureras estaba dirigido a la fabricación de las prendas de los soldados (camisas, pantalones) y sus remuneraciones estaban en relación a la cantidad de las ropas confeccionadas, no a su calidad. Los sombrereros también gozaban de gran requerimiento, así como los zapateros que manufacturaban las botas.”A la hora de partir hacia Tucumán, todos estos sectores populares mencionados fueron parte de los que retrocedieron junto a las tropas comandadas por Belgrano, también hay que mencionar que los indígenas, que eran muy numerosos en la jurisdicción de Jujuy, algunos partieron con el Éxodo, y una gran proporción huyeron hacia los cerros con sus familias, sabiendo que el accionar represivo de los tropas españolas iba a ser feroz, ya había servido como muestra lo ocurrido en Cochabamba.
Créditos:
- Publicado en el Sitio Todo Jujuy. (22/08/22).
|
|
|