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Reino Animal

Teresa Manera
 


Las huellas más impresionantes son enormes: tienen casi 90 centímetros de largo por 44 de ancho y corresponden a las patas de un megaterio.

En Bahía Blanca, donde vive, le dicen "la loca de las huellas". Y así se presenta en París, orgullosa de su apodo. A un costado del río Sena, en el Palacio de la Conciergerie, la paleontóloga Teresa Manera será premiada hoy por preservar huellas de animales prehistóricos en la Costa Atlántica argentina.

Esas pisadas quedaron impresas en el suelo hace 12.000 años a lo largo de la playa de Pehuen Có, en Bahía Blanca, y pueden verse cuando el oleaje arrastra la arena que cubre la plataforma rocosa. En esa zona, Charles Darwin encontró en 1832 los primeros fósiles con los que empezó a darle forma a la Teoría de la Evolución.

Pehuen Có es un balneario con pocos habitantes, visitado generalmente por gente que vive en Bahía Blanca y Punta Alta. "Cuando yo era chica solía pasar mis veranos allí. Mi hobby era caminar por la playa y juntar huesos fósiles. A los 11 años encontré los huesos de un gliptodonte.

Así comenzó mi pasión por el tema. Después estudié geología y coincidí con mi marido en la pasión por los fósiles", cuenta Manera, a los 59 años, al recibir en París 100.000 dólares como parte del Premio Rolex a la Iniciativa, que la empresa relojera suiza entrega cada dos años a cinco personas destacadas en diferentes disciplinas. El dinero, afirma Manera, lo usará para hacer moldes de látex de las huellas encontradas: "Quiero ponerlas en un museo, a disposición de todos".

El yacimiento de Pehuen Có ocupa 3 kilómetros, sobre la playa que se extiende hacia Monte Hermoso, y permaneció miles de años cubierto por sedimentos. Fue descubierto en 1986, de pura casualidad.

"Con mi marido y una de mis hijas habíamos ido a buscar huesos a la playa. Durante la noche se había producido un intenso temporal que azotó la costa por varias horas, y a la mañana siguiente descubrimos que se habían destapado extractos arcillosos que tenían huellas fósiles de diferentes tamaños y formas", explica.

A partir de entonces, encabeza una campaña para a proteger ese observatorio del pasado, "para poder proyectar nuestro futuro".

Las rocas se habrían formado hace unos 120 siglos. En ese momento el nivel del mar era más bajo y había una laguna de agua dulce donde hoy es Pehuen Có.

Allí se reunían aves y mamíferos que, al pisotear el barro de la orilla, dejaban sus huellas impresas. Muchos de esos animales se extinguieron, otros no viven más en la región, pero el testimonio de su presencia quedó en el barro y se convirtió en roca.

"La cantidad y el tipo de esas huellas hacen que este yacimiento sea único para el estudio de la vida animal del Cuaternario", afirma Manera, quien ya identificó —junto con otros colegas— las pisadas de unos 25 mamíferos y pájaros. Las huellas más impresionantes son enormes: tienen casi 90 centímetros de largo por 44 de ancho y corresponden a las patas de un megaterio.

Estos mamíferos medían cuatro metros de altura y pesaban hasta cuatro toneladas. Los científicos están estudiando esos rastros para saber cómo vivían y porqué se extinguieron. Además —informa la paleontóloga—, allí se encontró la "única huella que se conoce de la pisada de un gliptodonte".

Luego del descubrimiento del yacimiento, llegó para esta profesora y doctora en Geología la tarea más difícil: conservar los restos del pasado. "Están en peligro por la elevación del nivel oceánico y el impacto de la sociedad moderna. Como el yacimiento queda de paso hacia Monte Hermoso, y no hay una carretera alejada de la costa, la circulación de vehículos playeros es continua".

"Ahora —adelanta— haremos moldes de las huellas fósiles para exponerlos en el Museo Darwin, en Punta Alta". Además —promete— seguirá insistiendo para que la zona sea declarada reserva paleontológica: "El proyecto está bloqueado en la Legislatura bonaerense. Este premio tal vez me ayude a convencer a los políticos de la importancia del yacimiento".

No hay dudas, "la loca de las huellas" le hace honor a su apodo. A pasos de la torre Eiffel y a 11.000 kilómetros de la costa argentina, asegura que hará todo lo posible para que las pisadas del pasado sigan en Pehuen Có para contar su historia.  


Cómo es el premio

El Premio Rolex fue creado en 1976 para "alentar el espíritu de la iniciativa y apoyar proyectos financieramente". Este año se presentaron 1.700 candidatos y el jurado estuvo a cargo del presidente de Rolex, Patrick Heiniger, y de nueve expertos independientes, entre ellos el rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry.

Personas de cualquier actividad pueden presentar su candidatura. Los ganadores reciben 100.000 dólares y un reloj Rolex de oro (www.rolexaward.com).  


Tras los pasos de Darwin

En 1831, Charles Darwin partió de Inglaterra a bordo del bergantín Beagle, en un viaje de cinco años para trazar mapas de regiones inexploradas. Las consecuencias de esta travesía iban a revolucionar la ciencia.

Tenía 22 años y todo su interés parecía girar alrededor de sus colecciones de insectos, rocas y vegetales. En su largo viaje visitó las islas Galápagos, Australia, Brasil, Uruguay, Chile y Argentina.

De las playas de Bahía Blanca se llevó restos de animales prehistóricos. Al regresar a su país, Darwin se dedicó a dar forma a su Teoría de la evolución.

Precisamente debido a su paso por Bahía Blanca hay un museo que lleva su nombre en Punta Alta. Su creación fue impulsada en 1990 por Teresa Manera a partir de una colección de fósiles que logró juntar en el lugar con su marido.

"El objetivo fue crear un lugar para resguardar y exponer los fósiles", explica. Luego se abrió una sala en la playa de Pehuen Có, para "concientizar a los turistas" sobre la importancia de las huellas.

El acceso al yacimiento es sencillo. En verano se organizan visitas guiadas. Fuera de temporada se puede consultar telefónicamente al museo (02932) 432063.  


Reescribiendo la historia

Uno de los yacimientos prehistóricos más importantes del mundo está en Dmanisi, Georgia. Allí aparecieron en 1991 los restos óseos más antiguos que se conocen de los ancestros humanos que salieron de Africa. David Lordkipanidze dirigió las excavaciones; es otro de los premiados por Rolex "por preservar el lugar".

"Allí se está reescribiendo la historia de la humanidad", dice. Los cráneos tienen 1,7 millón de años, lo cual indica que "las primeras migraciones humanas a Europa sucedieron antes de lo previsto. Esto es como una historia policial. Nosotros somos los detectives y cada año surgen nuevos indicios pero sin testigos".  


Créditos:

Publicado en el Diario Clarín (29/09/04)

 



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