Comodoro Rivadavia - Chubut Argentina
"Capital del Viento"

Reino Vegetal - Algas

Descripción

 


La palabra Alga proviene del latín, y significa "Yuyo de mar", pero aunque la mayor parte de las plantas marinas son algas, hay muchas algas, hay muchas algas que no son marinas.

En rigor de verdad son, principalmente, habitantes del agua, ya sea dulce o salada, pero también hay algunas que viven sobre superficie rocosa o sobre la corteza de árboles.

Cuando habitan en estos lugares comparativamente secos, generalmente se mantienen en estado de vida latente mientras no haya agua.

En razón de su enorme número, las algas son importantes productores de alimentos; casi toda la fotosíntesis que se realiza en los mares y en el agua dulce es llevada a cabo por las algas.

Los seres humanos, por lo común, no utilizan directamente a las algas como alimento, pero los peces, que se alimentan de algas o de otros organismos que dependen de ellas para su sustento, constituyen una parte importante de la alimentación del hombre.

Aunque los científicos no se han puesto de acuerdo acerca de la forma en que deberían subdividirse las algas y hongos; una clasificación ampliamente aceptada establece siete filum o grupos principales de algas y tres de hongos.

Uno de los criterios mas importantes usados en la clasificación de estas formas, es su modo de reproducción.

Con excepción de algas azul-verdosas y, quizás de algunas bacterias, los miembros de estos filum se reproducen sexualmente en algún momento de su ciclo de vida.

Entre las algas existe una gran variedad de formas y tamaños, tipos de nutrición, respiración y reproducción, así como de los hábitats que ocupan.

Poseen la clorofila que, asociada con pigmentos, les proporciona sus colores característicos. Casi todas se desarrollan en medios acuáticos y sólo algunos géneros subsisten en ambientes terrestres siempre que contengan suficiente humedad ya sea en troncos de árboles o en el suelo.

La mayoría son microscópicas y forman parte del fitoplancton como primer eslabón de la vida marina aunque existen otras de varios metros de longitud.

En el planeta, las algas forman una inmensa población de individuos de estructura celular simple, se conocen aproximadamente 110 mil especies, reunidas en cuatro grandes grupos, que son:

Las algas azul-verdosas y las verdes se encuentran tanto en agua marina como dulce, mientras que las de los otros dos grupos son casi exclusivas de ambientes marinos.

Su tamaño es variable: algunas, como el alga azul-verdosa del género Spirulina, son microscópicas, es decir, forman filamentos que miden milésimas de milímetros; en cambio, existen otras, gigantes, que llegan a medir hasta 60 metros, como el alga parda llamada "sargazo gigante" (Macrocystis).

También en su forma presentan gran diversidad; por ejemplo, el alga roja del género Porphyra tiene el aspecto de una lengüeta de bordes ondulados; Ulva, que es una clorofita, se parece a una hoja de lechuga; mientras que el "alga listón" (Nereocystis) es un alga parda que tiene el aspecto de plumero.

Los mantos de algas marinas se localizan en aguas próximas a las costas, generalmente sobre fondos rocosos, a profundidades que van entre los 3 y los 25 metros, dependiendo de la transparencia del agua, debido a que necesitan luz para realizar la fotosíntesis, función en la que forman los compuestos orgánicos que requieren para vivir y desarrollarse.

Las algas se adhieren al sustrato por medio de rizoides, especies de raíces llamadas "estípite"; de ellos se forma un "talo" que es semejante al tallo de las plantas superiores y en él se implantan unas láminas o "frondas", que se asemejan a las hojas.

Las algas marinas más abundantes y de mayor tamaño son las pardas, ya que de ellas se conocen cerca de 4 mil especies diferentes que se distribuyen principalmente en aguas frías septentrionales y pocas llegan a las regiones tropicales. Las algas rojas, que también dominan el medio oceánico, se localizan en todos los mares del planeta.

Las algas han sido utilizadas por la humanidad desde hace miles de años; en China y otros países de Asia se consumen como alimento y también se emplean para fabricar medicamentos. En el mundo occidental, su aprovechamiento industrial se inició en el siglo XVIII para extraer de ellas sosa, yodo y otros compuestos químicos.

Desde hace mil años, los científicos chinos tenían conocimiento de que el jaidai, un tipo de alga marina comestible, de la especie Laminaria japonica, era útil en la prevención y tratamiento del bocio.

Aun así, durante siglos esta planta marina, valiosa por su alto contenido de yodo y grandes cantidades de algina y otros hidratos de carbono, tenía que importarse en forma seca desde Japón y Corea ya que no era originaria de China. En los últimos años el éxito de su cultivo en las aguas chinas la hecho muy abundante.

Otro tipo de algas que hace más de 500 años utilizaron los aztecas y que puede ayudar a combatir la desnutrición, es la Spirulina, cultivada actualmente en Argentina.

En los países del Lejano Oriente, principalmente Japón, las algas continúan conservando su importancia como alimento y muchas naciones piensan en ellas como una de las fuentes de proteínas para la alimentación futura de la humanidad.

Entre las algas marinas más utilizadas en la actualidad está el "sargazo gigante" (Macrocystis), localizado tanto en la costa nordeste del Pacífico, California, EUA y Baja California, México, así como en las de Perú, Chile, Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Tasmania.

Otras algas pardas son el alga "cola de caballo" (Laminaria digitata) que abunda en las costas de Groenlandia, Islandia, Noruega, Francia, España, Japón y Unión Soviética; y el "sargazo común" (Sargassum) así como las del género Focus de la región norte del Océano Atlántico y en el Pacífico del sur como las costas de Chile, Nueva Zelandia y Australia.

De las algas rojas, las del género Gelidium crecen sobre las rocas de la zona costera de Japón, España, Portugal, Marruecos, Senegal, Estados Unidos, México, Chile, India, Filipinas y Madagascar.

Otra rodoficea importante para la industria es el género Gracilaria, común en muchos países como Japón, Filipinas, China, India, Australia, Chile, Perú, Brasil, Argentina, Canadá y Estados Unidos. Algunas son menos abundantes, como Phyllophora y Ahnfeltia en la Unión Soviética, y Pterocladia en Japón.

Debido a la diversidad en tamaños, hábitats, forma en que se fijan y abundancia, los métodos para la "extracción" o recolección son muy variados; se puede considerar que siguen utilizándose los tradicionales, aunque para ciertas algas, como las grandes feofíceas, ya se han tecnificado en pequeña escala; sin embargo, el buceo y el corte a mano dominan en esta industria.

Las algas rojas son de menor tamaño que las pardas, se encuentran a mayor profundidad, y se recogen a mano o con rastrillos o rastras. En algunos países de Asia, la operación la realizan buceadoras que sólo usan unos anteojos protectores y, por ejemplo, en Japón llegan a extraer hasta una tonelada y media del alga Gelidium en 24 horas; esta misma cantidad es recolectada por los buceadores en Baja California, México, durante una jornada de trabajo.

Para la extracción de las feoficeas, que son las algas grandes, se han logrado diseñar embarcaciones con características especiales; por ejemplo, en México el "sargazo gigante", alga flotante, se recolecta con una embarcación de 33,5 metros de eslora, con capacidad de 350 toneladas y autonomía para pescar durante 20 horas, llamada Sargacero.

La extracción se lleva a cabo en forma mecánica con embarcaciones que tiene en la proa una rampa levadiza con cuchillas en los bordes laterales y en el inferior de la misma dispuestas de tal manera que cortan el sargazo al paso del barco. La rampa mide 9,20 metros de ancho y lleva una banda que recoge el sargazo cortado y lo eleva hasta dejarlo caer en el depósito de almacenamiento.

El corte se hace a una profundidad máxima de 4 metros, con el fin de dejar la región de fijación de la mayoría de estos grandes vegetales, podando" sólo el 40% del vegetal; de este modo se puede contar con materia prima suficiente y permitir que se regeneren y queden listas para volverlas a cortar, lo cual en Macrocystis lleva un lapso de 4 meses.

También se recogen cantidades significativas de algunas algas, como Laminaria, cuando son arrojadas a las playas por los temporales que las arrancan del sustrato en que están fijas; a estos conjuntos de algas muertas se les denomina "algazos" o "arribazones", sirven como alimento para animales y como abono.

Uno de los problemas para lograr el desarrollo de la industria de las algas es la falta de métodos adecuados de recolecta: la manual es lenta y cada vez se hace más costosa, aunque en países en vías de desarrollo son muy importantes pues ofrecen fuentes de trabajo e ingresos para todos los miembros de las familias de pescadores.

Después de recoger las algas marinas y antes del proceso industrial, se hace necesario "secarlas". Se ha calculado que para obtener un kilogramo de alga seca, se necesitan 3 o 4 kilogramos de alga fresca. Con esto se evita que las algas, por el alto contenido de agua, se "pudran" o descompongan; ya secas, resulta fácil lograr que se gelifiquen.

Cuando el secado se realiza adecuadamente, es posible almacenarlas por varios años, con pérdidas insignificantes sobre todo en su contenido de gel, que es el compuesto que se utiliza para producir el agar.

Los métodos de secado son también muy diversos, generalmente se lavan en agua de mar para quitar la arena y los organismos que viven asociados; no se emplea agua dulce porque cambiaría la concentración y se dañarían las células que forman el cuerpo del alga.

Posteriormente se extienden en capas delgadas sobre bastidores de bambú, plataformas de madera o rocas limpias; cuando las condiciones del clima son adecuadas, la operación dura de uno a dos días.

Este procedimiento es común para trabajar el alga llamada "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) utilizada en la industria de "carragenano". Para alcanzar mayor calidad se blanquean, rociando las secas con agua de mar y girándolas frecuentemente.

En algunos países como Canadá, Estados Unidos y Francia, donde las condiciones climáticas no son favorables para el secado natural de las algas, se logra hacerlo en grandes tambores calentados con fuego, los cuales giran para que se realice un secado uniforme; aunque el costo es mayor, la calidad que se obtiene con este método es superior.

En la actualidad, la FAO ha estimado que la producción total anual de algas, ya sea recolectadas o cultivadas, alcanza cerca de 3,5 millones de toneladas en peso húmedo; los principales países productores son China, Japón, Corea, Estados Unidos, Brasil, Unión Soviética, Noruega, Francia, España, Irlanda, Canadá y México.

Las algas se han usado tradicionalmente como alimento y como fertilizante; con el desarrollo de la industria cada día se emplean más para extraer compuestos químicos de gran valor económico, como los ficocoloides llamados agar, carragenano, furcelarano y algina.

Esta industria se inició hace varios siglos en Japón. Las primeras fábricas se establecieron en el siglo XVII para producir sosa y potasa a partir de las cenizas de algas pardas, sustancias con las que confeccionaban jabones y vidrio; posteriormente, en el siglo XIX, se utilizaron para obtener yodo.

El agar es un compuesto insoluble en agua fría y sí se disuelve en agua caliente. Al enfriarse compone una masa gelatinosa formando un coloide; se extrae principalmente de las algas marinas de los géneros Gelidium y Gracilaria que son algas rojas abundantes en las costas de muchos países.

El término "agar" y "agar-agar" generalmente se confunden ya que se aplican para todas las sustancias que se extraen de las algas. Este coloide puede tener varias presentaciones comerciales: tiras delgadas, granulado, copos, tabletas, etc. se emplea como suspensor, estabilizador y espesante en la fabricación de alimentos como quesos cremosos, sopas, salsas, yoghurt, etcétera; también se preparan con él dulces y helados.

El incremento del uso del agar en otras industrias, por ejemplo fabricar moldes de odontología, en cirugía plástica, para herramientas finas, etcétera, y su aplicación en el área médica y en la de farmacia para preparar laxantes, medios de cultivo microbiológicos, anticoagulantes y vendajes, así como para tratamiento en padecimientos gastrointestinales, ha estimulado que los industriales sustituyan los métodos tradicionales de extracción, que todavía se siguen practicando en países como Japón, por modernas técnicas que se desarrollan en complejos industriales; esto sucede en el mismo Japón y en Estados Unidos, Unión Soviética, Corea, España, Francia, Italia, Nueva Zelandia, Argentina, Chile y México, entre otros.

El carragenano es otro polisacárido con propiedades químicas y aplicaciones diferentes al agar; las principales algas de las que se extrae son el "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) y el "pelo de cochi" (Gigartina canaliculata) abundantes en las costas del Pacifico y del Atlántico norte; Canadá, Estados Unidos y Dinamarca, son los países que más las explotan; en la actualidad otros países que se encuentran lejos de estas zonas, como en África, Indonesia, Filipinas y Malasia, están empezando a extraer este producto de otro género, la Eucheuma.

La acción del carragenano se conocía empíricamente, desde hace siglos, en los pueblos costeros de Inglaterra, Irlanda y Francia, en donde sus habitantes agregaban concentrados extraídos de estas algas rojas a la leche para cocerla, cuando se enfriaba, adquiría una consistencia semejante a gelatina; en la actualidad a este alimento se le conoce como blancamanger o "manjar blanco", y se consume como postre.

Los químicos de nuestra época han logrado conocer la composición del carragenano y producir diversos tipos de este compuesto, según las necesidades de su aplicación. La industrialización de esta alga ha alcanzado altos niveles en Estados Unidos, Dinamarca y Francia, aunque también se producen cantidades menores en Reino Unido, Noruega, España, Japón, Canadá y México.

El carragenano tiene usos comunes con el agar, se emplea principalmente en la industria alimentaria; por ejemplo, en los productos lácteos, en la elaboración de bebidas, en productos de pastelería, en las conservas de carnes y pescado, en aderezos de ensaladas y salsas y en la preparación de alimentos dietéticos. Esta gran diversidad de aplicaciones hace que continuamente estén surgiendo nuevos métodos para su aprovechamiento.

En la industria farmacéutica se emplea en menor proporción que el agar y con él se preparan pastas y polvos dentífricos así como compuestos farmacéuticos insolubles. En otras industrias, como la de las pinturas, se emplea en acuarelas, también se usa en la de textiles, en la de curtiduría de cueros, etc. Resulta muy útil como endurecedor y aglutinante.

Del alga roja Furcellari fastigiata, abundante en las costas de Dinamarca, Unión Soviética y Canadá, desde hace 30 años se extrae un nuevo coloide llamado furcelarano que es empleado en la producción de gomas para alimentos como mermeladas y otras conservas, jugos de frutas, cervezas y alimentos dietéticos; también se usa en los dentífricos.

La algina nombre común que se le da a las sales del ácido algínico, sobre todo al alginato de sodio, se obtiene de las grandes algas pardas que abundan en el Pacífico y Atlántico norte, principalmente del sargazo gigante (Macrocystis pyrifera) que, a pesar de no ser el alga más rica en este compuesto, por su gran tamaño es la mas rentable, ya que se puede recolectar en grandes cantidades por medios mecánicos.

Otras fuentes de algina son las algas de las especies Ascophyllum nodosum y Laminaria digitata, y de los géneros Ecklonia, Nereocystis Sargassum y Fucus, todas ellas feofitas y abundantes en los mares fríos.

Las propiedades químicas de la algina la hacen un compuesto de gran utilidad en la industria: se disuelve en agua formando una solución extremadamente viscosa, espesa como la miel, a tal grado que es difícil pasarla de un recipiente a otro, por lo que resulta ideal como agente espesante, estabilizador, suspensor y gelificante, ademásde ser capaz de formar delgadas películas sobre las superficies.

A mediados del presente siglo la producción de algina se incrementó, primero en Estados Unidos y en el Reino Unido y posteriormente, en Noruega, Francia y Japón, produciéndose también en Canadá, España, Marruecos, Chile, India, Brasil y Unión Soviética.

Los diversos compuestos de alginas y alginatos tienen amplia aplicación en diversas industrias: en la alimentaria, en la confección de helados para evitar la formación de cristales de hielo, en salsas y aderezos para ensaladas, preparados de carnes, embutidos, conservas de pescado, preparación de vinos, cervezas, etcétera; en la farmacéutica, como aglutinante de píldoras, pastillas y ungüentos, en pastas dentífricas, en cremas cosméticas, champús y jabones, en moldes dentales y ortopédicos; en la industria textil sirven para que las tintas no se extiendan en las telas.

Tienen además otros usos industriales muy diversos, como su empleo en la producción de materiales de construcción: alquitrán y asfaltos, madera artificial, productos aislantes, etcétera; su aprovechamiento en la preparación de esmaltes y cerámicas, espumas antiincendio, ceras para pulir automóviles, lubricantes para perforaciones petrolíferas, revestimiento de películas fotográficas, etcétera.

Además de estos productos elaborados con algas para uso industrial, existen otros de menor valor actual, pero con grandes posibilidades en el futuro, como son el hipneano, el fumorano, el iridoficano y el filoforano que se obtienen de algas rojas.

Otros usos de las algas se consideran los de más larga tradición: su aprovechamiento como piensos, es decir, alimento de animales, y como fertilizantes, que en últimos tiempos se ha extendido gracias al diseño de métodos industriales para su preparación.

Un ejemplo de su empleo como pienso se encuentra en Islandia, donde permiten pastar a ovejas y caballos en las playas cubiertas con algas. En Irlanda se produce harina,a partir del alga Acophyllum nodesum para complementar la dieta de las ovejas.

Las principales algas utilizadas como abonos son Macrocystis y Ascphyllum que son magníficos acondicionadores del suelo, lo cual favorece el desarrollo de las plantas. Un ejemplo se puede observar en Francia, donde los agricultores aprovechan los "algazos" para fertilizar sus cultivos de cebada, patatas, hortalizas y viñedos, obteniendo magníficos resultados.

Sin embargo, el uso reportado como el más antiguo, es su provecho como alimento que data de hace varios millares de años. Esta costumbre se desarrolló principalmente en el mundo oriental ya que el occidental apenas la incorporó en el siglo pasado.

En Japón muchos de los guisos llevan algas, los más comunes son el nori, el wakame y el kombu, que complementan platos tradicionales como el sushi y las albóndigas de arroz y pescado. El alga utilizada para el nori es Porphyra, para el wakame se usa la Undaria y para el kombu, la Laminaria.

En otros países las algas verdes del género Caulerpa se comen crudas o cocidas, como en Filipinas, Malasia, Guam y Singapur; las algas pardas Sargassum y Turbinaria se consumen frescas, cocidas en leche o ahumadas, en Polinesia, China, Japón y Malasia; y diversas especies de algas que se consumen crudas o hervidas y mezcladas con otros alimentos, forman el llamado limu, ampliamente utilizado en Hawai, islas que tienen gran variedad de platillos confeccionados con algas.

En Europa los principales comestibles que emplean algas son el "tangle", preparado con Laminaria saccharina, en Escocia; el "dulce" confeccionado con Rhodymenia, en Irlanda; en Inglaterra se prepara una especie de pan gelatinoso con Laminaria y Chondrus; en Unión Soviética se come la Laminaria como "col de mar"; etcétera.

En América del Norte, en Canadá, se utiliza el "dulce" para aderezar los platos de carne y pescados; en Estados Unidos emplean el alga parda gigante Nereocystis para preparar el seatron, con la planta desalada, aromatizada y endulzada; en el Caribe se usan varias especies de algas para hacer gelatinas; los habitantes de Chile consumen la Ulva con el nombre de "luche" y a Durvillea como "cochayuyo", empleándolas en la preparación de sopas densas y ensaladas.

En México el consumo del alga de agua dulce spirulina, ha tomado nuevo impulso. Por su riqueza en vitaminas, esta alga es muy estimada por las tribus del centro de África para ayudar a destetar a los niños y,mezclada con mijo, sirve en la elaboración de harina para galletas.

Como se observa, en muchos países las algas constituyen un alimento común y se espera que, por su riqueza nutritiva, en un futuro puedan aportar una mayor contribución a la nutrición humana en todas partes del mundo.

Uno de los problemas nutricionales actualmente, es la ausencia de proteínas en la alimentación de amplios sectores de la población mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas el mundo tiene, a partir del 12 julio de 1988, 5 mil millones de seres humanos, y los cálculos de las organizaciones especializadas indican que, por lo menos, la mitad de ellos están mal alimentados y que cada 24 horas unos 30 mil niños mueren a raíz de su mala alimentación.

Las vitaminas y proteínas de las algas constituyen un complemento nutritivo de gran valor que puede contribuir a que la humanidad llegue a asegurar a todos los seres el derecho a la vida.

Es importante señalar que en la explotación de las algas, como en la de todos los recursos renovables, se debe estimar el potencial actual y futuro para así evitar el subaprovechamiento o la explotación irracional.

Los estudios para cuantificar los mantos son muy variados y van desde su observación a través del buceo, hasta su evaluación usando el procesamiento digital de imágenes multiespectrales, por medio de la fotografía aérea infrarroja, así como los estudios que aplican las imágenes de satélite.

También varios países trabajan para contar con información que les permita el cultivo de las algas; algunos, como los orientales y en especial Japón, tienen gran éxito en sus programas, y han llegado a producir algas tanto con fines industriales como alimentarios.

El futuro de la pesquería de las algas es alentador y algunos científicos, entre ellos Stanford, quien descubrió el ácido algínico en 1884, dicen que los suministros mundiales de algas son prácticamente inagotables". Pero es indiscutible que su explotación indiscriminada, al afectar la capacidad de reproducción, es altamente riesgosa.

Por esta razón, la humanidad debe cuidar la explotación de las algas para conservar un nivel adecuado de vida y para mejorar el de los países que todavía no alcanzan su desarrollo. Es importante que todos utilicemos, de manera adecuada, estos recursos vegetales que los océanos nos ofrecen para recibir los beneficios sociales y económicos que se derivan del aprovechamiento de las algas.

 



 
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