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Las caries, un mal crónico

 


Hay que evitar el consumo de chicles y caramelos blandos que se pegan a los dientes. Y una sugerencia para las mamás es que no endulcen con azúcar o miel los chupetes y tetinas.
Por el “mal uso” de la mamadera y de la teta, por abusar de los alimentos azucarados o no higienizarse correctamente la boca, el 90% de los chicos argentinos tiene caries. El dato es de la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA) y fue analizado en el X Simposio Nacional de Prevención y Educación para la Salud Bucal y 4° Congreso Latinoamericano de Prevención, que acaba de terminar en Buenos Aires.

¿Los más afectados? Los niños de entre 0 y tres años. El tema preocupa a los especialistas y ahora aconsejan que la primera visita al odontólogo sea una vez cumplidos los seis meses . Es que la caries ya es una enfermedad crónica en los más chiquitos.

Hace más de cien años, el estadounidense Willoughby Dayton Miller descubrió que las caries son producidas por la placa bacteriana, una masa de gérmenes que se alimenta de hidratos de carbono y se adosa a dientes y encías.

La placa metaboliza los azúcares y produce ácidos que descalcifican el esmalte del diente, ablanda los tejidos y hace que los microorganismos se infiltren en el cuerpo poroso originando pequeñas cavidades superficiales.

Cuando alcanza la dentina, la parte menos dura del diente que está debajo del esmalte, la caries produce dolor. Y si no se trata, avanza hacia el tejido nervioso y se puede perder el diente.

En Argentina, según estimaciones del Departamento de Educación para la Salud de la CORA, la boca de un chico de 12 años tiene un promedio de tres caries. Ese número se eleva en el interior, donde puede tener 12 piezas dentales dañadas. En general, los incisivos son los más afectados.

La aparición de esta bacteria se debe a varios factores, algunos muy difíciles de desterrar, como endulzar las tetinas y chupetes, o dejar que el nene se duerma tomando el pecho o la mamadera.

“Las ‘caries de biberón’ son las que se producen por el consumo frecuente de leche, jugos, gaseosas o cualquier líquido que contenga azúcar fermentable. Con la teta también hay que estar atentas. Si el bebé se duerme con la teta en la boca, la leche queda estancada en los dientes, desencadenando la infección. Dar la mamadera o la teta durante mucho tiempo o con intervalos cortos entre toma y toma, provoca una destrucción rápida de los dientes de leche”, explica Maricel Dip, coordinadora general de la Comisión Nacional de Prevención de la CORA.

Que la caries aparezca en los dientes de leche es tan importante como su aparición en los permanentes. Lo explica Silvia Palomba, directora del Instituto Municipal de Odontología Infantil (IMODI) de Avellaneda:

“Los dientes de leche no sólo cumplen todas las funciones de los permanentes, si no que además cuidan su espacio. Si por la caries se pierden esas primeras piezas, después habrá que hacerle frente a tratamientos muy complejos. Lo mejor es tratarlas a tiempo”.

Justamente para tener un diagnóstico temprano, ahora recomiendan llevar al chico al odontólogo cuando le haya salido el primer diente y no esperar hasta que cumpla los cinco años. “Si el diente de leche está cariado y se cae, el que le sigue será propenso a la caries. Y va a salir con una manchita, señal de lesión”, completa Dip.

Y ése es el primer dato para prestar atención: la caries comienza con una mancha blanca en el diente . Esa es la etapa reversible y conveniente para hacer la visita.

Algunos alimentos, con éxito entre los nenes, también contribuyen a que aparezcan las caries, en especial en los más grandes. Son las comidas “cariogénicas”. “Los hidratos de carbono constituyen un factor importante en la aparición de la enfermedad. Y no sólo las golosinas son peligrosas, sino el azúcar agregada o contenida en lácteos y en algunas bebidas.

Hay que evitar el consumo de chicles y caramelos blandos que se pegan a los dientes. Y una sugerencia para las mamás es que no endulcen con azúcar o miel los chupetes y tetinas”, advierte Renée Di Nallo, directora del Hospital de Odontología Infantil de La Boca.

“Aunque la prevención es la herramienta más eficaz para combatirla, los planes preventivos que se realizan en el país no alcanzan para bajar la incidencia de caries en los niños”, apunta Dip. Desde la CORA aseguran que uniendo a sectores públicos con los privados, formando docentes y educando a los padres es posible hacerle frente a esta enfermedad de alta prevalencia en nuestro país y el mundo.  


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