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"Ciudad Luz"

Historia

Juan Luzovec

 


Juan Luzovec nació en la ex Yugoslavia y llegó a la Patagonia en 1973.

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  • Juan Luzovec nació en la ex Yugoslavia y llegó a la Patagonia en 1973, formando parte de un contingente de sacerdotes de la congregación salesiana fundada por Don Bosco e inmediatamente se radicó en esta ciudad.
    Su fallecimiento se produjo a las 6:45 de ayer en el Hospital Zonal, donde permanecía internado desde hace algunas semanas luego de sufrir una recaída en su salud que lo aquejaba desde hace varios meses.

    El intendente José Córdoba decretó tres días de duelo ante el deceso de “un ciudadano ilustre, quien con gran espíritu de trabajo logró llegar al corazón de los habitantes”, elevando una plegaria en su memoria.
    El sábado 27 de setiembre la comunidad había comenzado una cadena de oración por el sacerdote de 83 años de edad, quien previamente estuvo internado en la Unidad de Terapia Intensiva del mismo nosocomio, luego de que se desvaneciera en el acceso a la Parroquia San Juan Bosco, donde iba a oficiar una misa.

    Varios días después fue derivado a la Clínica del Valle de Comodoro Rivadavia, ya que su traslado a Buenos Aires resultaba muy riesgoso, tras lo cual retornó a Caleta para volver a ser internado en el Zonal.
    El último parte médico que había replicado el párroco Néstor Zubeldía en la tarde del martes a través de las redes sociales, indicaba que Juan se alimentaba a través de una sonda gástrica y que si bien los médicos habían logrado controlarle una infección, costaba regularle la frecuencia cardíaca y se lo notaba muy cansado y agotado.

    Zubeldía, quien lo acompañó personalmente y a distancia durante todo el tiempo que permaneció en los centros de salud, indicó que hoy se realizará la misa de cuerpo presente a las 18 y a las 19 la sepultura se hará en el cementerio de los salesianos que está ubicada junto al Templo Virgen del Valle.
    Para ello pidió a la comunidad que no lleve ofrendas florales y que en lugar de ello colaboren con insumos para el Hospital Zonal, “para agradecer la atención que ha tenido con él todo el personal durante este tiempo”.

    Asimismo, se refirió a los últimos días de vida de Juan e hizo saber que “hablaba cada vez más en esloveno y que los últimos días en terapia apenas musitaba, por lo que era difícil de entender lo que decía aun cuando hablaba en español. La impresión que nos daba era que después de haberla luchado tanto se había rendido y ya no podía más. La gente lo va a recordar con el ‘gracias che’: una frase típica de él”.

    En una entrevista concedida en el mes de abril al portal digital Voces y Apuntes, Juan Luzovec recordó que llevaba 53 años como sacerdote salesiano y que desde 1973 se encontraba en la Patagonia, es decir cuando Caleta Olivia tenía solo 16 mil habitantes.
    En los duros años de la dictadura militar que le tocaron vivir, recordó que desde el Servicio de Inteligencia De Estado (SIDE) le habían solicitado que elaborara una lista de las personas que trabajaban con él, a lo que se negó terminantemente, aunque inocentemente se las entregó el padre Jordán y a los pocos días fueron presos otros curas.

    También allí fue privado de su libertad Domingo Rivarola, quien “me llamó telefónicamente para pedirme que lo acompañe y lo defienda ante la policía”, había relatado.
    “Por eso –acotó–, cuando lo detuvieron me quedé con él porque había posibilidades de que lo llevaran a Trelew y eso era muy peligroso. Pasé junto a él toda una noche en la comisaría y me encargué de llevarle todo lo que necesitaba”.
    Recordó que “en esa época también estaban prohibidas las reuniones de jóvenes, pero yo podía juntarlos en la parroquia”.

    Por otra parte se refirió a la misa que se realizó el domingo 23 de febrero en el acceso norte de esta ciudad, en medio del corte de ruta que protagonizaron centenares de vecinos en el marco de la emergencia hídrica.
    “El padre Néstor Zubeldia me invitó a que fuera a la misa, como una manera de defender la causa y yo acepté. Esa reunión fue bastante buena y favoreció la unión de todos, pero sin querer politizar la situación”.

    En otro orden recordó a monseñor Miguel Angel Aleman, quien “fue muy especial. Vino acá a trabajar (muy fuerte desde 1975 a 1992) y tenía mucho entusiasmo. Antes de ir a Río Gallegos vino a contarme los proyectos que tenía para Caleta y trabajar juntos bastante fuerte”.  


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