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"Ciudad Luz"

Historia

Saber esperar la oportunidad puede hacer la diferencia
 


Juan Sebastián Elcano.

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  • Juan Sebastián de Elcano o Juan Sebastián del Cano o Juan Sebastián de El Cano nació en 1476 en Guetaria, País Vasco, el mayor de 9 hermanos, casa de pescadores, en la costa del Golfo de Vizcaya. En la familia había una pequeña embarcación propia, en la que Elcano aprendió y experimentó.
    A los 20 años, Elcano consiguió empleo en el transporte marítimo de tropas españolas y 2 años más tarde en un navio extranjero que transportaba tropas y materiales a África del Norte.
    A los 23, Elcano ya era dueño y capitán de su propio buque, de 200 toneles.

    Estuvo a órdenes del cardenal y arzobispo de Toledo, Francisco Jiménez de Cisneros, 3er. inquisidor de Castilla -en las operaciones contra las plazas de Orán, Bujía y Trípoli-; y de Gonzalo Fernández de Córdoba, Duque de Sessa y Terranova, el Gran Capitán, en la conquista del Reino de Nápoles.
    Pero contrajo deudas con sus marineros, en parte por estafas que le propinó la propia Corona (evidentemente, él no era un empresario hábil); se vio obligado a hipotecar su embarcación a unos mercaderes vasallos del Duque de Saboya. Como no pudo devolverles el préstamo, les vendió el buque, cuando estaba prohibido vender embarcaciones armadas a extranjeros en tiempos de guerra. De pronto, él era un delincuente. Peor aún: un traidor.

    Preocupado, Juan Sebastián de Elcano o Juan Sebastián del Cano o Juan Sebastián de El Cano dejó en el País Vasco a su hijo Domingo, que había tenido con María Hernández Dernialde, y se refugió en Andalucía (al no estar casado, a Domingo lo legitimó en su última voluntad y testamento).
     


    En Sevilla, Magallanes

    Pero la suerte llamó a su puerta: en Sevilla, Fernando de Magallanes, un portugués navegante y militar, estaba reclutando hombres para emprender una campaña hasta las Islas de la Especiería o Islas Molucas, navegando siempre hacia el oeste, cruzando América del Sur y así evitando África y Portugal. Al embarcarse, Elcano podía fugarse de Europa sin dejar rastros.
    Magallanes pretendía hacer lo que Cristóbal Colón había ambicionado: llegar a India por el oeste, donde prevalecía España porque Portugal controlaba el este... y el actual Brasil.
    El emperador Carlos I de España/Carlos V de Alemania aprobó el viaje, concediendo la jefatura a los capitanes portugueses Rui Faleiro (cosmógrafo, organizador científico del periplo) y Fernando de Magallanes, quienes tendrían:

    • Por 10 años el monopolio de la ruta que descubrieran.
    • El título de gobernadores de las tierras e islas que encontrasen.
    • El 5% de las ganancias netas que generasen.
    • 1/20 de las ganancias del viaje.
    • 1 isla para cada uno, siempre que no fuesen de las 6 más ricas.
    Cuando Magallanes conoció la experiencia marítima de Elcano lo hizo Maestre de la nao o nave o buque “Concepción”, equivalente a 2do. de abordo, con Gaspar de Quesada como capitán, y el portugués Juan López de Carvalho como piloto.
    Partieron de Sanlúcar de Barrameda el 20/09/1519, 5 buques con 234 hombres:
    • La Trinidad, con 55 tripulantes, con Magallanes a bordo, terminaría sus días en las Molucas.
    • La San Antonio, con 60 tripulantes, que desertarían antes de llegar al Estrecho de Magallanes, para regresar a Sevilla.
    • La Concepción, con 45 tripulantes, que sería abandonada en las Filipinas, ya que era un peso extra a falta de marineros.
    • La Santiago, con 32 tripulantes, que no sobreviviría a las corrientes del río Santa Cruz y terminaría naufragando en la Patagonia.
    • La Victoria, con 42 tripulantes, la única en completar la expedición.

     


    Los 2 motines

    Mal tiempo y la hostilidad entre españoles vs. portugueses arruinaron el viaje desde el vamos. Era evidente que habría alguna amotinamiento. En verdad, hubo 2, en uno de ellos con Elcano como copartícipe, pero el capitán le perdonó la vida.
    Muchos tripulantes no creían en llegar a encontrar el paso al Pacífico, dieron la misión por perdida y no soportaban las condiciones de la travesía, en especial cuando la hambruna y el escorbuto castigaron duro.

    El escorbuto es producida por la deficiencia de vitamina C. El nombre químico para la vitamina C, ácido ascórbico, proviene de una raíz latina scorbutus. Era común en los marinos que subsistían con dietas en las que no figuraban fruta fresca ni hortalizas (ellos comían granos secos y carne salada).

    Ellos exploraron el Río de la Plata y fueron hacia la Patagonia, y en ese contexto Elcano ayudó a sofocar un motín.
    Pero el 01/04/1520 hubo otro motín, que comenzó en la "Concepción". Luego, Gaspar de Quesada y Juan de Cartagena, con 30 hombres, fueron a negociar con la "San Antonio" hacer causa común. Es probable que Elcano fuese 1 de los 30 porque, según él mismo confesó años después, le encargaron custodiar la artillería de la "San Antonio".
    En 1522 Elcano declaró al juez Diez de Leguizano que Magallanes era demasiado autoritario y marginaba a los españoles, lo que provocó el problema.
    Lo cierto es que aquella vez Magallanes recobró el control de la flota, y sentenció a morir a más de 40 hombres, pero los perdonó “generosamente” para no quedarse sin tripulantes.

    El castigo se circunscribió a decapitar a Gaspar de Quesada y abandonar en tierra a Juan de Cartagena y al clérigo Pedro Sánchez de la Reina.
    Tras perderse la nave “Santiago” en una exploración al sur, la flota zarpó de San Julián en agosto de 1520, costeó la Patagonia y descubrió el Estrecho, donde dejó la travesía la “San Antonio” para volver a España a informar el hallazgo.
     


    Océano Pacífico

    Las 3 naves restantes cruzaron el estrecho y llegaron a la Mar del Sur que bautizaron como "océano Pacífico" por haberlo encontrado en calma.
    Dicen que fue espantosa la travesía sin escalas hasta las islas Marianas o de los Ladrones, desde donde pasaron a las Filipinas (16 de marzo).
    Impecable la narración de La Web de las Biografías: hasta entonces, Elcano era un personaje secundario, devaluado por Magallanes porque ya no confiaba en él, pero el jefe murió en un combate con los indígenas de la isla Mactam (1521): Magallanes había decidido enfrentarse a los hombres del califa Pulaka o Lapulapu, y la subestimación le provocó la derrota y la muerte a manos de los nativos.

    La expedición quedó bajo el mando sucesivo de varios de los capitanes, quienes se disputaban el poder -por ejemplo, Juan Rodríguez Serrano y Duarte de Barbosa. De esta forma los portugueses se quedaron con el control de la flota-, mientras continuaban explorando islas, entablando relaciones con los jefes locales y buscando la ruta a las Molucas.

    Nuevos problemas provocaron que Juan López de Carvalho fuera nombrado jefe, al mando de la “Trinidad”, mientras que Gonzalo Gómez de Espinosa capitaneaba la “Victoria”, y Sebastián Elcano la “Concepción”.

    De pronto, entre tantas deserciones y malestares, Elcano ya integraba el triunvirato a cargo del mando de lo que quedaba de la flota.
    Los españoles argumentaron que los jefes portugueses (incluido Magallanes) habían eludido las Molucas para no perjudicar a Portugal, que poseía el lucrativo monopolio del comercio de las especias navegando hasta aquellas islas, a través del océano Índico.
    Las islas Molucas o islas de las Especias son un archipiélago de Indonesia donde, durante los siglos XV y XVI, portugueses, españoles, ingleses y holandeses librarían enormes batallas por controlarlas porque era la única región productora de nuez moscada y la única, junto con Madagascar, donde se recolectaba el clavo de olor.

    Al regresar a Mindanao, López de Carvalho fue destituido, y en Bohol decidieron quemar la “Concepción”, porque carecían de suficientes marineros y hacía mucha agua.
    El nuevo jefe de la expedición fue Gonzalo Gómez de Espinosa, a cargo de la "Trinidad", y la nave "Victoria" fue puesta bajo las órdenes de Elcano.
     


    En el reino de las especias

    Por fin llegaron a las Molucas. Fue el 07/11/1521 cuando avistaron la isla Tidore, en el archipiélago indonesio. Hacía 8 meses que había muerto Magallanes y casi 2 años desde la partida de España.
    Los españoles hicieron amistad con el rey Almanzor, cargaron especias y se dispusieron a regresar. Lo intentaron el 18/12/1521, pero la “Trinidad” hacía mucha agua, y tuvieron que regresar a Tidore.
    Fue entonces cuando emergió la figura de Elcano como gran navegante, comprometiéndose ante Gómez de Espinosa a conducir la “Victoria” directamente a España, y por la ruta portuguesa, mientras que Gómez de Espinosa intentaría volver a América con la “Trinidad”, después que la arreglasen.

    Hasta entonces nunca se había hablado de dar la vuelta al globo terráqueo. Magallanes iba en busca de especias, para regresar por donde había ido: esas eran las instrucciones del emperador Carlos V.
    A Magallanes se le había autorizado dejar durante el viaje de ida algunos desterrados en las tierras que fuera descubriendo, para recogerlos a la vuelta y conocer los secretos de ellas.
    Carlos V había escrito: “Y si os pareciere dejar en ella (nueva tierra) algunos de los desterrados, para que entretanto que vais a hacer vuestro descubrimiento, tengan plática de lo que en la tierra hay, para la tornada saber lo que tienen descubierto e hallado en la tierra, dejarles heis”.

    Las mismas instrucciones le ordenaban llevar una cuenta exacta de los alimentos “para conforme a los que llevan, hagan cuenta de lo que se gastare, e pongan orden en lo que queda, y conforme al tiempo provean en ello, de manera que a la contina tengan abastanza para el tornaviaje”.
    La decisión fue consensuada: la “Victoria” seguiría adelante.
    Maximiliano de Transilvano escribió: “que aquella (la “Victoria”), que se había de partir luego, no volviese por la vía del Archipiélago (Filipinas) y estrecho por donde habían ido (Magallanes), sino que tirase la vía oriental hacia el cabo del Catigaran”.
    Fernández de Oviedo añadió que además debía hacerlo “por alta mar (y) navegasen cuanto más apartado pudiesen de la costa del Asia, porque no fuese vista de los portugueses”.

    La “Victoria” fue aligerada de carga para la travesía que le esperaba. Le sacaron 50 quintales de clavo (5.000 Kgs.) y partió de Tidore el 21/12/1521 con 47 europeos y 13 indios.
    La especia clavo de olor era muy apreciada para elaborar incienso o sahumerio, como analgésico y en la gastronomía. El árbol del clavo es nativo de Indonesia y Madagascar. Era el centro de la expedición.
    La “Trinidad”, ya reparada, intentaría inútilmente encontrar los vientos favorables para volver a América, y caería en manos de los portugueses.

    Elcano puso rumbo sur hasta la isla Mare, donde cargó madera, luego a la isla Moa, donde carenó la nave durante 2 semanas y siguió a Timor, en cuyo puerto de Amaban estibó agua y alimentos.
    El 11/02/1522 zarpó dispuesto a navegar sin escalas hasta España, un viaje de más de 5 meses por el sur de Asia (no encontraron el cabo de Batigara de Ptolomeo) y África oriental y meridional, alejados de las costas, para no ser descubiertos por los portugueses.
    Durante los 5 meses pasaron hambre, sed y sufrieron enfermedades de las que murieron varios hombres.

    Elcano consiguió dominar la impaciencia de la tripulación, ansiosa de bajar a tierra desde que pasaran ante las costas de Mozambique.
    Ellos pasaron frente al cabo de la Buena Esperanza y doblaron por la costa occidental de África, entonces avistaron Cabo Verde y decidieron desembarcar en la isla Santiago porque la embarcación hacía mucha agua y los marineros ya no tenían fuerzas para achicarla con la bomba. Además no había agua potable ni comida.

    Elcano envió una chalupa con 12 hombres a pedir vituallas al Gobernador y alguna gente para manejar la bomba. Pudieron cargar 2 veces vituallas pero entonces los marineros cometieron un grave error: pagar lo comprado con 3 quintales del clavo que llevaban.
    Era una especia que sólo había en las Molucas, y los portugueses no permitían que nadie llegara hasta ahí. Entonces, al 3er. viaje de vituallas, los portugueses apresaron la chalupa con los 12 hombres que iban en ella. Viendo a sus hombres prisioneros, Elcano ordenó zarpar de inmediato y seguir viaje con los 17 marineros que le quedaban.
     


    La gloria

    Allí descubrió Elcano que llevaba 1 día de menos, consecuencia de haber dado una vuelta completa al mundo.
    Faltaba una prueba terrible: sortear una tormenta en las islas Azores.
    Al fin, la "Victoria", habiendo recorrido 14.000 leguas marítimas y con apenas 18 hombres de los 234 iniciales, regresó a Sanlúcar de Barrameda el 06/09/1522.
    Nunca Elcano había imaginado convertirse en jefe de una expedición. Tampoco en dar la vuelta al globo terráqueo. Menos convertirse en un héroe del Imperio.

    Hubo que remolcar la nao hasta Sevilla, donde desembarcaron Elcano y los 17 marineros, con un cargamento de más de 500 quintales de clavo y otras especies, además de alguna madera de sándalo: 08/09/1522.
    Los marineros cumplieron su promesa de ir descalzos con velas a la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria.
    Elcano comunicó su llegada al Emperador, rogándole que auxiliara a los españoles que habían quedado presos de los portugueses (estaban en una cárcel de Lisboa) y Carlos I le ordenó visitarle en Valladolid acompañado de 2 de sus tripulantes.
    Elcano eligió a Francisco Albo y a Fernando de Bustamante. La entrevista se celebró en la Corte, donde todos miraban con admiración a los hombres que habían estado en mundos ignotos, que habían recorrido todos los océanos y que habían demostrado que el mundo era redondo.

    El Emperador les cedió su quinto real o sea el 20% del valor de la mercancía traída para los marineros (incluidos los que estaban prisioneros de los portugueses) y nombró caballero a Elcano, otorgándole un escudo alusivo que, sobre un globo terráqueo decía “Primus circumdediste me” ("Fuiste el primero que la vuelta me diste").
    Hay quienes sostienen que Carlos I/Carlos V no fue muy generoso porque la venta de las mercancías en Amberes más que pagó todos los costes de una expedición clave para el futuro de la navegación española. Es más: en La Coruña se abrió una nueva Casa de Contratación destinada a especializarse en el comercio de las especias).

    Carlos I ordenó a Santiago Díez de Leguizano, Alcalde de Casa y Corte, que tomara declaración jurada a los 3 marinos sobre los acontecimientos más importantes y confusos del viaje.
    El Emperador premió a Elcano con 500 ducados anuales y vitalicios sobre los fondos de esa Casa de Contratación de La Coruña, que acababa de crearse, y le indultó del delito pendiente de haber vendido su nave a unos mercaderes de Saboya.
    Elcano pidió al Emperador otras mercedes, como la Capitanía Mayor de cualquier armada que se enviara al Maluco, la tenencia de la fortaleza que se pretendía fundar en las Molucas, un hábito de Santiago, etc. Todo un imposible.

    Elcano gozó entonces de casi 3 años de tranquilidad bien merecida.
    Los pasó en la corte y tuvo amores con María Vidaurreta, naciendo una hija (a la que dejó una manda de 40 ducados en su testamento).
    Finalmente pidió permiso para enrolarse en la nueva expedición que se enviaba a las Maluco, a cargo de frey García Jofre de Loaysa, financiada por los Fugger -clan familiar de financieros alemanes, uno de los mayores grupos empresariales de los siglos XV y XVI, junto con los Médicis y los Welser-. Se le nombró Piloto mayor. O sea que no tuvo la Capitanía Mayor, su pedido al Emperador. Pero igual embarcó en la nao “Sancti Spiritus”.

    Para Elcano, Piloto mayor era poca cosa, considerando lo que ya había logrado. No tendría que haber aceptado. Por el escorbuto, primero murió Loaisa y luego Elcano, el 04/08/1526 durante la travesía del Pacífico.
    En 1572 para conmemorar el 50 aniversario del viaje, el rey Felipe II de España concedió a los herederos varones de Sebastian Elcano el título hereditario de marqués de Buglas.
     


    Créditos:


     



     


    «Nao Victoria en San Julián -exterior-» : 01:03
    La palabra nao tuvo dos acepciones. En sentido genérico, se utilizaba para referirse a un tipo de embarcación a vela. También se usaba para refererirse a un tipo concreto de buque de vela redondo de alto bordo. Hubo naos desde el siglo XII hasta el siglo XVI. Su configuración básica consistía de un casco con relación una eslora/manga de aproximadamente 3, un mástil y una enorme vela rectangular.
    Con el paso del tiempo fue incorporando adelantos significativos, el principal de ellos fue la incorporación de timón de popa como reemplazo del timon de espadilla. La relación eslora/manga era aproximadamente 3. Llevaban castillo de proa, y popa. En el siglo XV tenían un desplazamiento entre 100 y 500 toneladas. Las primeras naos eran de un solo palo.
    Fueron evolucionando y a finales del XVI llevaban 3 palos. Los palos tenían masteleros y algunos llevaban cofas. El descubrimiento de América dio las razones y con la consolidación de Estados Nacionales en Europa, (Portugal, España, Holanda, Francia e Inglaterra), las arcas reales contaron con los fondos suficientes para construir las flotas necesarias para llevar a cabo las exploraciones necesarias.
    A diferencia de las carabelas que fueron quedando en desuso, las Naos y Carracas sufrieron mayores mejoras y transformaciones hasta convertirse en un nuevo tipo de embarcación conocido como Galeón, del que se dieron distintas variantes como el Galeón Español y el Galeón Inglés. Las nao más conocidas son la Santa María de Cristóbal Colón y la Victoria, de Juan Sebastián Elcano.
    Imágenes tomadas por Martín.
    Julio 2008. San Julián, Santa Cruz, Argentina.
     



     


    «Nao Victoria en San Julián -interior-» : 01:03
    La Nao Victoria es una réplica en escala real de esa embarcación, recrea todos sus aspectos constructivos y procura, mediante el establecimiento de una sólida línea argumental, que los visitantes tengan una experiencia intensa ante el relato de la novelesca secuencia de eventos acaecidos en la mítica Bahía de San Julián.
    Para lograr una experiencia inmersiva se utilizó avanzada tecnología de sonido envolvente, recreando la atmósfera de la época.
    Se han incluido reproducciones de objetos de uso diario, instrumentos de navegación y artillería, y también figuras hiperrealistas de algunos de los personajes de la Armada Magallánica.
    La recreación de la Nao Victoria forma parte de un atractivo histórico-cultural único en su tipo concebido para que todos los visitantes tanto niños como adultos puedan vivenciar una experiencia memorable, retrocediendo casi 500 años hasta el frío amanecer sanjulianense de la historia argentina.
    Imágenes tomadas por Martín.
    Julio 2008. San Julián, Santa Cruz, Argentina.


     
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