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Arte y Cultura

Día Internacional del Peluquero
 


Peluqueros, una actividad cada día más sofisticada.

  • Más videos y fotos: GonBal.

  • El Día Internacional del Peluquero es una efeméride se originó en el siglo 17, cuando la profesión de peluquero era ejercida únicamente por plebeyos de sexo masculino. Su labor principal consistía en el mantenimiento y cuidado del cabello de las pelucas utilizadas por la nobleza.
    Se eligió el día 25/08 para la celebración de esta efeméride debido a la Santificación de Luis IX, Rey de Francia, por parte de la Iglesia Católica, instaurándose también desde ese momento, su onomástico.
    Durante el reinado de Luis IX la profesión de peluquero fue jerarquizada. El rey, declaró a su peluquero oficial, hombre libre, equiparándolo con caballeros, jueces, médicos y magistrados, autorizándole el uso de un espadín como parte de su atuendo, considerado un símbolo de tal distinción.
     


    Los peluqueros hacen historia ¡desde la prehistoria!

    Aunque este dato es improbable, hay quienes -secador de por medio- dicen que en la prehistoria los cortes de pelo se hacía con lascas; unas piedras que además de peinar, servían para afilar flechas.
    Eso sí en estas épocas tan lejanas, la peluquería no era una cuestión de estética sino que estaba relacionada al castigo y a los rituales profanos. Con el tiempo continuó siendo un ritual, pero ¡sagrado!

    Entre otros antecedentes históricos se destaca que en Egipto, los esclavos eran los encargados del cuidado del cabello de sus amos.
    La cultura egipcia consideraba al cabello como un elemento fundamental de la belleza física, con una función social y religiosa. Se utilizaba la henna para la coloración capilar.
    En la antigua Grecia (Tierra de Javán), en el año 303 A. C. los griegos monopolizaron el arte y negocio de la peluquería en Roma.

    El gremio de peluqueros romano fue de los primeros que se formaron en la Historia y el más poderoso de su tiempo. Impusieron el cabello oscuro en contra del tradicional pelo dorado, y lo latino empezó a tomar auge. Por otra parte, los griegos convirtieron el culto de la belleza como un pilar fundamental de su cultura, destacando la elaboración de peinados de melenas largas, con rizos y ondas, reflejados en las estatuas y monumentos históricos.
     


    Sumar autoestima y empoderamiento

    Los peluqueros, peluqueras y barberos conocidos igualmente como estilistas, son unos verdaderos artífices de belleza y cambio de imagen aplicando técnicas novedosas y tradicionales de afeitado, cortes de cabello y peinados, tomando en cuenta los gustos y preferencias de sus clientes y permaneciendo a la vanguardia de las tendencias; ejercen un rol fundamental en la rutina de cuidado personal e higiene, así como en la mejora de nuestra imagen, ya que debido a su preparación y experiencia pueden crear los mejores estilos, contribuyendo a una mayor autoestima y generando una sensación de relax, bienestar y renovación de energías.
     


    Peluqueros que hicieron historia

    Leonard Autie
    El estilista de María Antonieta es el primero del que se tiene registro. De ser un humilde peluquero en el sur de Francia, se convirtió en el hombre al que la Reina confió su cabeza. Ideó el pouf para levantar el pelo y recurrió a todo tipo de artilugios y pomadas para lograr sus extravagantes creaciones, que fueron la causa de la impopularidad de la reina.

    Marcel Grateau
    Gracias a su invento: las tenazas 'Marcel', las mujeres de finales del siglo XIX y principios del XX pudieron llevar el pelo ondulado instituyendo así una moda. Pronto se convirtió en el peluquero más solicitado; sus clientas pagaban hasta 500 francos por sus servicios. Su inventiva no se limitó a ese artefacto, también patentó un líquido para peinarse y brillantinas para el pelo.

    Antonie de Paris
    Mientras que Coco Chanel, quien era su cliente, liberaba a las mujeres de su época del corsé e instituía los pantalones, Antoine revolucionaba el peinado femenino. Empezó cambiando los hábitos de higiene obligando a las mujeres a lavarse el pelo. Creó el atrevido corte à la garçon, inspirado en Juana de Arco, que pronto se convirtió en un signo de liberación femenina.

    Alexandre de Paris
    Celebridades, integrantes de la realeza europea y socialités –la Duquesa de Windsor, Audrey Hepburn, María Callas– acudían a su salón parisino en busca de sus exclusivos looks. Las pasarelas de Yves Saint Laurent, Christina Lacroix y Karl Lagerfeld se engalanaron con sus creaciones. Se hizo famoso por sus elegantes chongos y recogidos, especialmente por su interpretación del llamado french twist.

    Sydney Guilaroff
    Al conocerlo, Joan Crawford decidió llevárselo a la Metro Goldwyn Mayer. Ahí contribuyó a crear la imagen de los personajes de las películas. Gracias a él se reconoció la labor del estilismo en el cine, de hecho, fue el primer peluquero en aparecer en los créditos cinematográficos. Creó el corte Bob que popularizó Louise Brooks y peinó a Grace Kelly el día de su boda.

    Vidal Sasoon
    A través de sus innovadores cortes, como el de Cinco Puntas, rompió con el clasicismo que imperaba en los 60, para fundar la peluquería moderna. Las mujeres de entonces se sintieron muy identificadas con su innovador estilo. Su salón se convirtió en un laboratorio en el que experimentaba nuevos cortes y técnicas. Estableció una importante cadena de salones y una reconocida línea de productos para el pelo.

    Kenneth Battelle
    No pudo ser psiquiatra, como hubiera querido, pero salvó las cabezas de muchas mujeres rescatándolas de ineptos estilistas, entre ellas a Marylin Monroe. A él se debe el “bouffant” de Jackie Kennedy y el estiloso look de Audrey Hepburn. Su salón ocupó la mansión Vandebilt, en Nueva York, ahí, sirvientas uniformadas servían a las clientas canapés y bebidas. No se merecían menos tras esperar tres meses para una cita.

    Gene Shacove
    Llegó a Hollywood para seducir a las bellezas que rondaban la meca del cine. Pronto se convirtió en “estilista de las celebridades” y en personaje habitual de fiestas y convivios del jet set. Puso de moda los cortes a la 'despeiné' que creó para Jill St. John y Joey Heatherton y las melenas cortas. Su vida inspiró la película Shampoo, protagonizada por Warren Beatty.

    Paul Mitchell
    Dos de sus inventos: los cortes “wash and wear” y la pistola secadora cambiaron radicalmente la rutina de lavado y peinado de las mujeres. Dejó la Gran Bretaña estableciéndose en Nueva York donde fundó Superhair Salon. Los Clubs de Corte, en donde se formaron estilistas de todo el mundo, fueron una de sus innovadores ideas. En 1980, junto a John Paul DeJoria, estableció su famosa línea de productos para el pelo.

    Christiaan Houtenbos
    Solo tenía 20 años cuando llegó de Holanda a ocupar un lugar en el área de cortes del salón neoyorquino Coiffures Americana. Sus cortes, sueltos y desenfadados, llamaron la atención de importantes editores de moda con quienes comenzó a trabajar en un nuevo ideal de mujer sofisticada pero sencilla. Su misión, desde entonces y hasta la fecha, ha sido ofrecer a la mujer “comodidad y seguridad”.
     


    Un negocio que reina

    Las peluquerías, salones de belleza y barberías han evolucionado notablemente en los últimos años. Anteriormente se ofrecía únicamente servicios de corte, afeitado (hombres), secado de cabello, manicura y pedicura, mediante la atención en establecimientos para el público masculino y femenino. Actualmente se ofrecen servicios unisex especializados, que rinden culto a la estética y cuidado personal:

    • Maquillaje profesional.
    • Depilación (cera caliente, cera fría, laser).
    • Venta de productos de belleza.
    • Masajes.
    • Tratamientos para el cabello y cuidado corporal.
    • Bronceado.
    • Manicuría.
    • Pedicuría.
    • Apliques y extensiones.
    • Peelings.

    Debido a la pandemia por COVID-19 que se inició en el año 2020 los profesionales del cabello han tenido que adaptarse a los nuevos protocolos sanitarios para la atención de los clientes, mediante la reducción de la capacidad de aforo de los locales y de los días de atención al público, así como el cierre de establecimientos que ha impactado en la pérdida de sus puestos de trabajo y la generación de pérdidas económicas irreparables. Sin embargo, en la nueva normalidad –aún incipiente- estos profesionales de la belleza se han reinventado para ofrecer mejoras e innovación a todos sus clientes.

     


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