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La fragmentación de la sociedad como estrategia del poder dominante

 


Dr. Alberto Binder, argentino, Procesalista, Experto en Sistemas Judiciales. Nuestras sociedades latinoamericanas están compuestas de vastas minorías discriminadas, que en definitiva son mayorías coaguladas en pequeñas y atomizadas porciones de la sociedad.

Es imposible que estas minorías, sumadas, puedan constituirse en un opción de poder, si se declaran enemigas unas de otras y así libran una guerra sorda, dejando los espacios de Poder en manos de grupos de interés que desde siempre manejan las decisiones sociales.

De que minorías hablamos, pues, de los bolitas, de los paraguas, de los chilotes, de los gringos, de los drogones, de los panqueques, de los cumbios, etc.; y los que queramos sumar, en definitiva, todas estas parcialidades, sumadas, son la mayoría.

¿Son diferentes?. En realidad, no lo son en tanto, lo que sucede es que hay un poder que se ocupa de subrayar los elementos que los separan y no abonar lo que los une. Muchas veces, son las mismas miserias las que padecen.

¿Tienen intereses contrapuestos?. Por unanimidad podríamos asegurar que estos grupos parciales, son cruzados por las mismas necesidades y abrigan las mismas utopías sociales.

Pero, el Poder para ser Poder debe ser totalizante, no debe haber fisuras en su manifestación física, para imponer sus particularísimos intereses sobre el bien común.

Es así que, la estrategia del Poder Dominante es fragmentar la sociedad lo más posible, haciendo naufragar cualquier intento de creación de espacios de consensos de las minorías, a fin de impedir que se conviertan en factores de contrapoder y logren imponer soluciones para las mayorías.

Por ejemplo, imponiendo en las cámaras legislativas, sus representantes y generar legislación a favor de los mas desvalidos de la sociedad, es decir de las parcialidades que hoy nos ocupamos. El Dr. Binder nos habla de dos estrategias explícitas, manejadas y aplicadas de modo muy crudo, a través de los medios de comunicación, el discurso oficial, lo "políticamente correcto" y por supuesto los voceros autorizados, los señores "periodistas alquilados".

La primera es la estrategia del milenarismo y la segunda es la muerte de las ideologías.

La primera acción orquestada por el Poder es, el milenarismo, que consiste en instalar en el imaginario popular que todo pasado fue mejor, y que hay que bregar para volver a aquel pasado esplendoroso, sin hablar del presente.

Es decir el Presente no esta en discusión, la elaboración de un futuro es en razón de lo bueno que ha sido el pasado, entonces, hay que aplicar aquella viejas recetas, para volver al pasado (Caso Argentino: modelo económico agroexportador, que sólo admite 5 millones de argentinos incluidos, con trabajo, con identidad y los demás bueno, serán desocupados o subsidiados por el Estado.

Serán nuevas pléyades de ciudadanos sin Trabajo y sin Dignidad. Los 35 millones de ciudadanos argentinos excedentes convertidos en "lumpenes" sin ningún tipo de proyecto de futuro, parte de un aparato clientelístico, que permita ganar elecciones.

La segunda estrategia de fragmentación, como señala el Dr. Binder, es la muerte de las ideologías: esto es lisa y llanamente la muerte de una utopía social, se horizontaliza el fracaso y se priva al colectivo social de una esperanza apetecible, haciendo desaparecer el destino de la política, como proyectadora de futuro.

En la Política se proyecta el presente, en función de un futuro, al hacer desaparecer el futuro, el presente no tiene sentido.

Otra vez desaparece cualquier idea motivadora de alcanzar un futuro más venturoso e inclusivo. Habrá mas exclusión cuanto menos futuro tengo.

La idea es destruir el futuro y la posibilidad de construir un espacio en donde se construyan los consensos de las minorías. También es cierto que, hay instalar el naufragio en el presente.

Para ese objetivo, se manipulan y multiplican los hechos de inseguridad, con incomprensibles actos de agresividad, solo explicable con la presencia de drogas. De ese modo, se expone un escenario de miserias, que puede alcanzar a todos y a cada uno de los ciudadanos, sin defensa posible.

Se trata de instalar una pandemia, que inoculará sus males al colectivo social.

Entonces aparece el nuevo escenario. Habrá que asumir que, estamos en emergencia y habrá que ocuparse de dirigir todos los esfuerzos a combatir la peste.

Allí, aparecen cuatro sectores bien diferenciados: los contaminados, los cuasicontaminados o sectores vulnerables, los contaminados potenciales y los inmunes.

Así los inmunes aparecen como el sector destinado a salvar al cuerpo social y en ese sentido reclamará para sí todas las potestades para combatir la pandemia (Inseguridad, drogas, prostitución etc.) y demoler derechos y garantías en pos de salvar del mal a toda la sociedad.

En ese camino arremete contra propios y extraños, amigos y enemigos, nacionales y extranacionales, presuntos culpables e inocentes y en el medio liquida a los opositores al poder. La cultura de la pandemia es una cultura del sálvese quien pueda. Las personas cuidan su individualidad y desaparece el ser colectivo y los intereses que lo entrelazan.

Se fabrica y prohíja una cultura del naufragio y allí NO hay solución colectiva.

Las sociedades latinoamericanas caminan hacia ese destino de fragmentación, porque el resultado de este estado de cosas es la Democracia restringida y formal.

La Democracia Profunda y real debe ser la contracara de estas Democracias latinoamericanas, acotadas, maniatadas, limitadas y manipuladas.

En realidad es el puro ejercicio de la antidemocracia. La Democracia profunda y real, es el objetivo y solo se consigue con la construcción de un contrapoder de inserción popular, destinada a defender los derechos más esenciales de los Pueblos.

El derecho a la vida, el derecho al Agua, el Derecho a un ambiente sano, a la Educación, al trabajo, en fin estos derechos están siendo acechados, aún en nuestras Democracias formales.

En una sociedad en la que existan grupos organizados, con redes solidarias, con intereses y objetivos comunes, con aspiración de construir espacios para el ejercicio de poder, podrán aspirar a construir una Democracia solidaria y participativa.

Parece ser que estas Democracias limitadas deben estar acompañadas de una estrategia de fragmentación de la Sociedad. Si no es así, es altamente probable que estas mismas limitaciones generen un ámbito de vocación transformadora que derribe el statu quo.

Binder propone como solución la recuperación del futuro como respuesta al naufragio propuesto desde el Poder.

Recuperar los espacios para coincidir en los objetivos, reunir y promover una relación mas intima entre los integrantes de organizaciones No Gubernamentales, de carácter popular, tendientes a construir el espacio del consenso y fabricar propuestas concretas para que las masas ciudadanas y populares vuelvan a creer en el futuro.

Romper el cerco que nos ha impuesto la cultura del individualismo y saltar hacia lo colectivo como un valor indispensable en el alcance de los objetivos comunes, en la solución de los problemas cotidianos. A esta respuesta Binder la llama la Pedagogía del encuentro.

Debemos desterrar los mecanismos de discriminación de las minorías, porque ello entraña una tendencia funcional en favor del Poder dominante.

Finalmente hay que redoblar los esfuerzos destinados a construir los espacios de consenso que tantas veces hemos referenciado aquí, como herramientas fundamentales para la construcción de un sueño colectivo y un destino que hermane a las Sociedades Latinoamericanas.
 


Fuente consultada:

  • La sociedad fragmentada - Dr. Alberto Binder - Caracas - Venezuela -1991.

    Trelew, 14 de Septiembre de 2009.


    Nota del Editor:

    Dr. Alberto Binder

    Dr. Alberto Binder, argentino, Procesalista, Experto en Sistemas Judiciales, es miembro del consejo asesor del Inecip –Argentina (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales), Director del instituto latinoamericano sobre seguridad y democracia (Ilsed), miembro titular del Instituto Iberoamericano del Derecho Procesal Penal, igualmente Director del Centro de Políticas Públicas para el Socialismo (Ceppas).

    En el campo docente, es profesor de Derecho Procesal penal de postgrado en la universidad de Buenos Aires. También docente en la universidad nacional del Comahue, San Juan Bosco de la Patagonia; en la Universidad de Zulia Venezuela y Diego Portales de Chile. Además es asesor técnico de los procesos de reforma judicial en Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala, Republica Dominicana y otros países de América latina.

    Actualmente, el Dr. Alberto Binder se desempeña como asesor del Centro de Justicia de las Américas de la OEA (Ceja) y Codirector de la revista del Ilanud y de la revista “Sistemas Judiciales” del Ceja.

    Es autor de libros como Las repúblicas aéreas al Estado de Derecho, Ideas para un debate sobre la reforma judicial en América latina, Justicia penal y Estado de Derecho, Iniciación al proceso penal acusatorio, Política criminal y de la formulación a la praxis, Introducción al derecho penal, Introducción al derecho procesal penal, El incumplimiento de las formas procesales, Ideas y materiales para la reforma de la justicia penal, Policías y ladrones –una guía para discutir el problema de la seguridad-, y numerosos artículos sobre estas materias.

    Fuente: http://www.cej.org.py/index.php?option=com_content&view=article&id=194%3Adr-alberto-binder-&catid=69%3Aquienes-somos&Itemid=66

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