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Una científica marplatense fue premiada en un importante concurso internacional
 


Bárbara Tomadoni.

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  • Se trata de la investigadora asistente del CONICET Bárbara Tomadoni, quien resultó ganadora de la categoría "Pionera del año", elegida por la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Ella desarrolló biogeles que reducen el consumo de agua y fertilizantes.
    La investigadora asistente del CONICET Bárbara Tomadoni fue premiada en la categoría de "Pionera del año" gracias a su desempeño en el ámbito de la ciencia. Fue elegida por la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts en el marco de un concurso internacional.

    En total fueron 35 proyectos seleccionados entre más de 2 mil presentaciones a nivel mundial. “Para mí fue muy emocionante recibir la noticia de que había sido seleccionada entre los 35 de Latinoamérica”, afirmó Bárbara, quien trabaja en la producción de un biogel para reducir el consumo de agua y fertilizantes en el área de la agricultura.
    La convocatoria fue emitida por el MIT Technology Review, una compañía independiente de medios de comunicación propiedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que busca enfoques novedosos para crear nuevos tratamientos, tecnologías y formas de energía que contribuyan a generar un cambio en el mundo. Fue fundada en 1899 y es la revista sobre tecnología más antigua del mundo.

    Dirigida por Vera Alvarez y Claudia Casalongue, ambas investigadoras principales del CONICET, su trabajo se basa en la elaboración de hidrogeles superabsorbentes para controlar la humedad en los suelos durante las sequías. Las algas como residuo marino son el producto utilizado para generar este biogel que además tiene la ventaja de ser económico y 100 por ciento biodegradable.
    En un contexto ambiental donde las sequías y las inundaciones son situaciones extremas que castigan permanentemente al sector agropecuario y, sumado a esto, la importancia del cuidado del recurso del agua, este tipo de desarrollos científicos podrían convertirse a futuro en grandes soluciones ya que el biogel absorbe gran cantidad de agua y la libera en los momentos que la tierra lo requiera.

    Bárbara tiene 29 años, es ingeniera química e ingeniera en alimentos, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), ingresó al CONICET como becaria en 2013 y hoy desarrolla sus tareas como investigadora en el Grupo de Materiales Compuestos Termoplásticos del INTEMA. “Que se valore tu trabajo, te incentiva a seguir. Y además la posibilidad de que se difunda el proyecto, este premio magnifica el alcance”, expresó.
     


    Créditos:


     


    Bárbara Tomadoni - Categoría “Pionera”

    Con solo 29 años, Bárbara Tomadoni tiene una carrera académica prolífica: se recibió de ingeniera química y de ingeniera en alimentos, terminó un doctorado de tecnología en preservación de alimentos en la UBA y hace dos años está haciendo su trabajo posdoctoral. Ese trabajo es el que la llevó a estar entre los 35 innovadores jóvenes más destacados de la región.
    Como investigadora del INTEMA, que depende del Conicet, se dedicó a desarrollar una solución al agro y al medioambiente: hidrogeles superabsorbentes para controlar la humedad en los suelos durante las sequías. Esos hidrogeles tienen dos ventajas: son 100% biodegradables, muy por encima de los que hoy se consiguen, y son más baratos porque se obtienen de residuos marinos, su material proviene de las algas.

    “Hicimos muchas pruebas y recién el año pasado empezamos a conseguir buenos resultados. Probamos el hidrogel a una escala pequeña en laboratorio, con plantas de lechuga, provocándoles un fuerte estrés que emula a una sequía y los resultados fueron muy alentadores. Tendría un impacto medioambiental importante, porque los actuales materiales tienen problemas para degradarse. Y más allá de que todavía no estamos en etapa de hacer cálculos económicos, se podría producir a muy bajo costo al tratarse de polímeros de desechos marinos”, explicó Tomadoni.

    El siguiente paso es llevar una prueba piloto en un campo, pasar a una escala mayor. Para ello necesitan conseguir financiamiento. Por eso, para ella, además de un orgullo, es una oportunidad: “Cuando me enteré fue una gran emoción. Mi mamá sacó pasajes para viajar a México, está super orgullosa. Pero para mí también es darle la posibilidad al proyecto de visibilizarse”.  



     
     
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