Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
"Portal a los Hielos Eternos"

Historia

Declaran monumento histórico sitio donde cayó Helicóptero y Pucará

 


Lugar -aproximado- donde el helicóptero Bell UH-1H AE419 se precipitó en el punto ubicado en las coordenadas 46° 29´ 36,5" de latitud sur y 67° 28´ 31,22" de longitud oeste.

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Los sitios donde murieron diez militares y soldados al caer un helicóptero del Ejército, el 30 de abril de 1982, y un avión de la Fuerza Aérea, hace hoy 30 años, fueron declarados históricos mediante una ley que aprobó por unanimidad la Legislatura de Santa Cruz.

Las dos aeronaves cayeron, con casi un mes de diferencia, al sur de la ciudad de Caleta Olivia, norte de Santa Cruz.

El helicóptero Bell UH-1H AE419 se precipitó en el punto ubicado en las coordenadas 46° 29‘ 36,5" de latitud sur y 67° 28‘ 31,22" de longitud oeste, a 250 metros al sur de la fundación Cadace (Centro de Actividades de Apoyo a la Ciencia y a la Ecología) y a 3 kilómetros de Caleta Olivia.

Allí murieron el general (post mortem) Clodoveo Arévalo; los tenientes Roberto Sosa y Marcos Fassio; los sargentos Pedro Campos y Alberto Sanagua; el cabo Néstor Barros y los soldados Mercelo Cini, Jesús Marcial, Oscar Millapi, Daniel Palavecino y Fernando Sieyra.

El 24 de mayo perdió la vida el teniente (post mortem) Mario Luis Valko al caer el avión Pucará IA-58 que tripulaba en las coordenadas 46° 41‘ 52,1 de latitud sur y 67° 09‘ 21,92" de longitud oeste, cerca del paraje conocido como «Segundo barco hundido», 40 kilómetros al sur de la misma ciudad.

La norma que declaró ayer históricos esos sitios señala, en sus fundamentos, que la ley 24.950, sancionada y promulgada en 1998, reconoce como héroes nacionales «a los combatientes argentinos fallecidos durante la Guerra de Malvinas, en 1982, en defensa de la soberanía» sobre las islas del Atlántico Sur.

En ese marco, sostiene que es «necesario recordar y homenajear a aquellos miembros de las Fuerzas Armadas que ofrendaron su vida por la Patria», como los casos contemplados en esta ley ocurridos cerca de Caleta Olivia, que fue «testigo y parte de la historia de esta gesta».

Civiles e instituciones caletenses participaron junto a militares asentados en esa ciudad de las tareas de búsqueda de los tripulantes de las aeronaves caídas y del rescate de los cuerpos.

Juan Heupel, quien por aquella fecha era buzo deportivo y junto a Héctor Di Tulio, Norberto Amescua, Roque Gilabert y otros rescatistas, hallaron el cuerpo del piloto junto a los restos del avión que se precipitara al mar, a unos 2.000 metros de la costa, por motivos que no nunca se esclarecieron.

Valko, que tenía 23 años y había nacido en Capital Federal, el cual forma parte de la nómina de “héroes nacionales” que fallecieron en el teatro de operaciones del Atlántico Sur durante la guerra por las Islas Malvinas.

A ese lugar no se puede llegar con vehículos convencionales ya que luego de una primera aproximación por senderos, hay que esperar que haya baja marea para avanzar unos 27 kilómetros por la playa, para luego volver a subir y transitar por otro tramo de algo más de un kilómetro por terreno irregular.

Por esas circunstancias del destino, Juan Heupel fue uno de los buzos civiles que colaboraron el rescate de las víctimas de ambos hechos.

En el caso de la aeronave de la Fuerza Aérea, contó a Diario Patagónico que gracias al testimonio de un recolector de algas -del cual no recuerda su nombre- fue posible ubicar la zona del mar donde se produjo la caída.

El alguero manifestó que sobre su precaria casa pasó en forma rasante un avión con aparente intención de aterrizar en un camino próximo pero al no lograrlo, realizó un giro hacia el mar y lo vio precipitarse, hundiéndose en forma inmediata.

Del avión sólo se rescató el tren delantero mediante bolsas inflables, en tanto que el resto del fuselaje se hallaba esparcido en el fondo marino, a unos 12 metros de profundidad.

El cuerpo del piloto también estaba en ese lugar, sin que hubiera evidencias que pudiera haber intentado eyectarse.

La penosa tarea demandó casi tres días y demandó la llegada de helicópteros, embarcaciones de Prefectura y otra logística por tierra de elementos de las Fuerzas Armadas y organismos civiles.
 


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