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Arte y Cultura

Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes
 


Una de las salas del Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes.
El Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes se encuentra ubicado en la localidad de San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires. Es un complejo museológico conformado por diez salas distribuidas en dos sectores, dentro de un parque –el “Parque Criollo”- de 97 hectáreas inaugurado en 1938.
Ofrece expresiones del pasado argentino –particularmente bonaerense-. Alberga un rico patrimonio vinculados al gaucho, sus usos y costumbres, la vida de campo y bajo el ilustre nombre de Ricardo Güiraldes -autor de la obra Don Segundo Sombra- también muestra su obra literaria y aspectos de su personalidad.

Es uno de los museos regionales más significativos de la Argentina y su importancia reside además en el número de visitantes que recibe de todas las edades, niveles sociales, y procedencia, tanto del país como del exterior.
Depende de la Municipalidad de San Antonio de Areco, ostentando el rango de Dirección. Tanto la pulpería La Blanqueada como la casa del Museo fueron declarados en 1999 Monumentos Históricos Nacionales.
 


Origen

En diciembre de 1936 se realizó en San Antonio de Areco una exposición en el edificio de la Municipalidad (hoy Concejo Deliberante). Con entrada gratuita y la organización de diferentes actividades se desarrolló un evento de amplia concurrencia.
El acceso a la muestra de textiles, sogas, platería, bronces y mobiliario significó para gran parte del pueblo una experiencia fuera de lo habitual. El anuncio de la creación de una escuela de telares, dirigida por Ramona Risso Patrón de Beristayn, cuyas producciones serían expuestas en las posteriores Fiestas de la Tradición, potenció la repercusión de la exposición en la sociedad.

La visita de numerosos ciudadanos de Buenos Aires, quienes fueron agasajados por el Intendente, contó con la presencia destacada de José María Bustillo, Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires y amigo personal de Güiraldes.
La admiración manifestada por éste representó el inicio de una gestión que concluiría dos años más tarde con la inauguración del museo “Ricardo Güiraldes”.
 


Preparativos y repercusión

Las gestiones realizadas por el Ministro de Obras Públicas del entonces Gobernador Manuel Fresco para la creación del Parque Criollo & Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes” comenzaron a desarrollarse a principios de 1937.
Bustillo vio cristalizadas sus intenciones de construir “un sagrario más de evocación de nuestro heroico pasado” en el impulso recibido por parte del gobernador. El 12 de mayo de ese año se sancionó el decreto provincial que indicaba la adquisición de treinta y ocho hectáreas (luego llegarían a 97 has.) para destinarlas a la creación del parque criollo y museo gauchesco.

En el mismo se manifestaba el Poder Ejecutivo de la provincia como “deseoso de fomentar y estimular la educación popular, la afición al turismo, el amor a las bellezas naturales y los actos tendientes a rememorar el honroso pasado de nuestra evolución social.”
Se percibe así la presencia de dos estímulos principales para su concreción: uno de índole cultural y otro de carácter económico que se explicita en la referencia al turismo.

El arquitecto Enrique Blaquier Uriburu diseñó el edificio siguiendo las ideas de don Enrique Udaondo, en base a la Quinta de Pueyrredón —hoy Museo Juan Martín de Pueyrredón— en el partido de San Isidro.
Manuel Güiraldes, padre del escritor, como muchas otras personalidades del pueblo donaron sus objetos personales para realizar la primera exhibición del museo, que luego se convertirían en el primer acervo de la institución.

La fundación del Parque Criollo & Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”, en San Antonio de Areco, se concretó en un contexto signado por políticas culturales tendientes a reconstruir referentes identitarios que aglutinaran una identidad nacional en pleno desarrollo.
La representación del gaucho como arquetipo de la nacionalidad argentina y el escenario rural asociado a los valores “genuinos” de un pasado en común, se exaltaron en ese proceso en el cual se enmarca la inauguración del predio.
El abordaje del camino transitado hasta la concreción de la obra enriquece el estudio sobre la reconstrucción de una “tradición nacional” hacia fines de la década de 1930.

 


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