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El negocio del tráfico de hostias
 


Auténtico mercado de hostias consagradas.

El padre Aldo Buonaiuto es el director de un servicio de "llamadas de emergencia», cuyo objetivo es ayudar a los jóvenes que desean salir de las sectas satánicas. Dice estar especialmente preocupado "por el alarmante crecimiento del satanismo", que ha dado origen a un «auténtico mercado de hostias consagradas". Un mercado con sus redes, sus reglas y sus precios.

"Pueden ir desde los 80 a los 500 o 1.000 euros" dependiendo de tres factores. "Del tamaño de la hostia, de la importancia de la iglesia de la que proviene y del sacerdote que la haya consagrado".

En España, el fenómeno también se da, aunque en menores proporciones. Lo confirman los tres demonólogos más importantes de nuestro país: el padre Manuel Guerra, el padre José Antonio Fortea y un experto de la costa levantina.

Los tres en el punto de mira de las sectas satánicas por sus denuncias. Y, los tres, amenazados de muerte. Tanto es así que el experto levantino pide que se conserve su nombre en el anonimato. Ya quisieron lincharlo una vez y podrían intentarlo de nuevo.

Conseguir una hostia consagrada por el Papa no tiene precio y, si procede, de la Basílica de San Pedro, aunque haya sido consagrada por cualquier otro cardenal, alcanza el precio máximo. En España, las que más se cotizan son las consagradas por el cardenal Rouco Varela en la catedral de La Almudena, por el cardenal Amigo en la de Sevilla o por cualquiera de los obispos de la zona del Levante. También quieren un alto precio las consagradas por el arzobispo de Santiago en la Catedral de Compostela o por el arzobispo de Zaragoza en El Pilar.

Las hostias se roban de dos maneras, según los expertos: "Sustrayéndolas directamente de los sagrarios o, lo que resulta más fácil, yendo a comulgar en la mano y guardando la hostia en el bolsillo en vez de tragarla".

El paradero final de las hostias consagradas robadas son los diferentes ritos satánicos. "Hay una proliferación de sectas que practican misas negras, con profanaciones de hostias consagradas, estupros y torturas. Conocemos casos de vampirismo consentido. También utilizan a jóvenes de ambos sexos a los que se les agrede sexualmente, tras haberlos drogado en el transcurso de ritos orgiásticos", explica el padre Buonaiuto.

Otras prendas que alcanzan gran valor en el mercado satánico son los diferentes ornamentos litúrgicos. Sobre todo, las casullas. Y es que, como explica el padre Buonaiuto, "hay sectas que hacen ritos con hostias consagradas, LSD y cocaína, muchas veces dirigidos por ex sacerdotes que se han puesto al servicio de Satanás".

Manuel Guerra conoce a algún sacerdote que abandonó a Dios por el diablo. Un diablo que, según dice, "cree pero tiembla, porque tiene fe, pero carece de amor".

El padre Fortea, autor de Demoniacum y uno de los pocos exorcistas que hay en España, confirma la existencia de casos de profanación de sagrarios y de hostias y asegura que está creciendo el número de sectas satánicas.

"Los chavales se inician, a veces muy jóvenes, picados por el morbo y la curiosidad. En ocasiones, comienzan con el espiritismo. Más adelante, pasan al ocultismo o al exoterismo y, por último, llegan al satanismo".

Y para conectar con alguna secta satánica nada más fácil, según Fortea, que Internet. Los jóvenes pueden bajarse información sobre la manera de firmar un pacto con el diablo, realizar una misa negra, establecer contacto, hacer alguna kedada con algún componente de alguna secta y dar el paso al satanismo.

Manuel Guerra, autor del Diccionario de sectas, asegura que en Italia las sectas satánicas tienen más adeptos que en España, aunque aquí también las hay, están aumentando y suelen ser de dos tipos: satanistas y luciferinas.

Según los expertos, en España hay más de 2.000 personas integradas en unas 100 sectas satánicas. Proliferan, sobre todo, en el eje Madrid-Barcelona-Levante. Las causas de su proliferación son variadas.

Desde el morbo, la curiosidad, el apetito sexual, el ansia de poder o la pérdida del sentido de lo sagrado. Otras veces, este tipo de sectas actúa como «tapadera de turbios negocios de tráfico de drogas o de personas», explica el experto levantino.

Es relativamente fácil entrar en ellas, pero muy difícil salir.De hecho, los pocos que deciden romper amarras tienen que esconderse para que no los maten. Tanto es así que, según los expertos, muchos suicidios inexplicables estarían relacionados con la proliferación de los hijos de Satanás.  


Estracta:

Artículo de José Manuel Vidal para Diario El Mundo (España) y divulgado por urgente24.info. (03/08/01)

 



 
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