Comodoro Rivadavia - Chubut Argentina
"Capital del Viento"

Geografía

Comodoro: zona de desastre y el cerro Chenque, otro desastre
 


Captura de video. Desde el Camino del Centenario se pueden disfrutar distintas vistas del trabajo que se lleva a cabo para evitar el desplazamiento de barro luego de las lluvias. 04 de Marzo 2015. Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.

  • Ver Video:
    «Aterrazamiento Cerro Chenque desde el Camino del Centenario -2015-». (01:58).

  • Más videos y fotos: Entrar.

  • La ubicación geográfica de la ciudad de Comodoro Rivadavia es clave para entender lo que pasa. El resto lo hace la falta de políticas, la imprevisión, la dilación de los trabajos, los malos cálculos, los estudios mal trazados y las decisiones mal tomadas. El cerro Chenque y sus dos hermanos constituyen una meseta inestable que drena hacia el mar. Desde hace más de 40 años se desmorona. Siguen construyendo sobre él y en el trayecto natural de su drenaje. Alguna vez tenía que pasar.

    Más de 3.000 evacuados, cientos de vehículos arrastrados por las calles y chocados contra paredones, camionetas y autos sepultados (literalmente) en el barro, casas anegadas hasta con 1.30 mts de agua y lodo en su interior, transitabilidad imposible, las calles con más de 50 cms de barro transformados en ciénagas, barrios arrasados, el comercio inactivo, sin clases, toda la producción parada, el tránsito totalmente cortado y la ruta nacional Nº 3 que no permite la conexión norte sur en la Patagonia, constituye el panorama desolador que ha planteado la lluvia extrema y el barro que baja descontrolado desde la montaña que rodea a la ciudad: el cerro chenque.

    Hay un factor impredecible: el clima. Hay otro factor predecible: el factor humano y sus malas decisiones.

    Más allá de la histórica devastación de la que es objeto Comodoro, el objeto de análisis debe ser hoy, lo que tendría que haberse previsto siempre: la inestabilidad de la montaña, el corrimiento natural del lodo hacia el mar (la zona más baja) y el arrasamiento de todo lo que se interponga entre la montaña y el mar; en este caso, se trata de la ciudad, los barrios que han proliferado en la falda del cerro, las calles que se transforman en verdaderos canales donde el barro viene virtualmente entubado y con mayor fuerza y el agua baja potenciada por el desnivel y la falta de alguna barrera de contención natural o artificial.

    Una vez más, la falta de planificación, la improvisación y ningún criterio lógico a la hora de urbanizar, ha sido la constante de los sucesivos gobiernos provinciales y municipales, que desde 1944, cuando la entonces gobernación militar pretendía transformar la ciudad petrolera en la capital política de Chubut, vive una realidad de puja con la naturaleza del lugar: está edificada en el lugar equivocado y desde entonces, parece que nadie lo advirtió.

    Digamos, sintéticamente, que Comodoro Rivadavia está anclada al pie de un cordón constituidos por los cerros Viteau, Hermitte y el Chenque. La elevación de 212 metros, corresponde a la formación “meseta patagónica” y su constitución morfológica está constituida por arenas volátiles, de hecho el particular panorama de Comodoro los días de viento fuerte, se muestra como una ciudad tapada de tierra que baja desde la ladera de los cerros adyacentes que parten la ciudad en dos.

    Naturalmente y por una cuestión física, las aguas bajan de los lugares más elevados hacia los más bajos (aquí desde la meseta al mar). El cerro al ser inestable y arenoso, regularmente sufre el desplazamiento de sus laderas y el corrimiento del barro busca (obviamente) las zona más bajas, donde se deposita. Originalmente, el cerro tenía varios “fusibles” naturales que se encuentra en sus laderas y uno de ellos es el “infiernillo”.Este lugar desde hace años fue urbanizado y hoy paga el costo de las mayores consecuencias.

    Lo que comenzó siendo prácticamente una aldea petrolera, un campamento, allá por 1901, cuando buscando agua se encontraron con petróleo, se constituyó en una ciudad, moderna, económicamente importante en la región, con mucho movimiento comercial, buen estándar de vida y explosionó demográficamente al compás de la producción petrolera en el Golfo San Jorge. La voracidad inmobiliaria, los asentamientos de barrios, los loteos indiscriminados y la falta de políticas pública y planificación urbana, también siguió su curso, como el agua, como el barro. Y un día sucedió. Ahora bien ¿Es la primera vez que sucede? ¿Sorprendió a las autoridades provinciales y municipales el desastre ocurrido esta semana?.
     


    Siempre ocurrió, nunca hubo respuesta

    El 12 de febrero de 1995 se produjo un desplazamiento en el Cerro Chenque sobre 200 metros de la ruta nacional 3. Comodoro quedó incomunicada y cortó al país en dos. Se declaró el Estado de Emergencia y 3.278 viviendas quedaron afectadas, hubo un colapso vehicular, no hubo ningún servicio, lugar, gas, etc. Igual que hoy.

    En febrero de 2010 tras una tormenta con 42 milímetros de lluvia en poco más de un día, se produjo una avalancha arcillosa desde el cerro que tapó parcialmente barrios de la ciudad. Tres personas murieron. Más de 600 familias fueron afectadas, fueron alojados en gimnasios y escuelas. Al poco tiempo, con una planificación que no fue integral, sino más bien focalizada, se iniciaron algunas obras pluviales sobre Avenida Quintaba en el Km 3 y se planificó el “aterrazamiento” del cerro Chenque.

    El 13 abril del 2011, tras caer 44 mm de agua en 8 horas, volvieron los anegamientos, el barro, el agua, el hospital Alvear inutilizado en sus servicios y más de 1.100 viviendas afectadas, con 20 evacuados, servicios básicos cortados, transporte y circulación cortada y una emergencia que llevó a involucrar en la contingencia, la ayuda de todos los sectores públicos y privados de Comodoro. Igual que hoy.

    El 14 de enero de 2014 llovieron 100 milímetros en dos días y la situación fue aún más grave. Autos eran arrastrados desde las zonas altas, llevándose todo por delante, viviendas destruidas, barrios anegados, más de 50 viviendas perdidas, más de 200 afectadas, dos casas arrasadas literalmente por el agua, más de 10 derrumbadas, una treintena de automovilistas debieron ser rescatados de sus vehículos, más de 100 evacuados, cortes totales de luz, servicios y transitabilidad por la ruta nacional Nº 3 que cruza la ciudad. Igual que hoy.

    A principios de enero de 2016 solo 14 milímetros de lluvia fuertes bastaron para que la ladera del cerro se moviera. El agua y el barro bajó presuroso por la ladera sur y más de 10 familias debieron ser evacuadas. Cinco barrios fueron seriamente afectados por las inundaciones. Las comunicaciones estuvieron cortadas por 2 días, La ruta 3 y los servicios básicos sufrieron interrupciones. Igual que hoy.

    En el año 2012 comenzaron a “planificar” las obras de aterrazamiento del cerro Chenque, sosteniendo que con estos trabajos se aseguraba que entre 50 y 100 años se terminarían los problemas de desplazamiento de la ladera del cerro.

    Néstor Hirtz, licenciado en Geología, uno de los encargados del proyecto, dijo en su momento “Nuestro compromiso, desde la Geología Aplicada como desde la Ingeniería de Obra, es garantizar que el cerro no se mueva al menos por 50 años y cuando estamos hablando de deslizamientos en macizos rocosos debería ser superior a los 100 años”, detalló Hirtz en un resumen difundido por la UNPSJB.

    La obra está concebida por etapas y de acuerdo a los detalles técnicos, los trabajos consistirían en “cortar” el suelo, armando pequeñas terrazas interviniendo primero el plano horizontal y luego el vertical para comenzar de nuevo con otro horizontal, del mismo modo que se construye una escalera.

    Precisamente, nos decía un geólogo de Comodoro, que los trabajos de aterrazamiento, han dejado el terreno suelto y el efecto devastador que ha tenido la lluvia en estos días, es, dentro de todo el panorama del desastre, magnificado por el barro que decanta mucho más facil y rápido que cuando se encontraba compactado en la montaña. Cuando se realizan estos trabajo, se deben hacer, al mismo tiempo, las barreras de contención necesarias para que nada de esto ocurra. Nótese en la imagen superior, la real amenaza que representa para la población, la parde de arena que se levanta al pie de la ciudad.

    “Con esta intervención – explicaba en el 2012 Abel Boyero, por entonces Secretario municipal – el agua dejará de escurrir por la pendiente natural del cerro ya que será recogida por canalizaciones que confluirán en colectoras. Ello evitará la formación de grandes cantidades de barro que escurren luego a la ciudad. Además, en su etapa final, se contempla la colocación de una membrana forestada que evitará la erosión del cerro”, describe el diario El Patagónico de esos días.

    En octubre del 2015, con las obras aún sin terminar en un 50%, una nueva nota en El Patogénico anunciaba que el mismo Boyero confirmaba que se planificaba “revestir” el cerro con una capa cementicia y explicaba “Consiste en la aplicación de un gunitado cementado que se aplica contra la pared para estabilizar e impedir que erosione. Se aplica contra presión, previamente se hacen unas perforaciones en la pared donde se colocan unas especies de anclajes a los efectos de que quede sostenida en el tiempo. Su objetivo es evitar la erosión”, y agregó “La idea original era cubrir las zonas inestables con ‘hidro semillas’, pero cuando se probó con las semillas autóctonas no dio resultado, entonces se decidió estabilizar las laderas con esta resolución técnica. Es un suelo muy complicado para que nazcan este tipo de plantas”, concluyó.

    2 de abril de 2017: debido a las lluvias incesantes la situación crítica de Comodoro ha llegado a infligir a sus habitantes, el mayor daño que se tenga conocimiento en la historia de la ciudad. El desastre sigue. Las proyecciones no son buenas. Las soluciones son coyunturales. Las definitivas están muy lejos, simplemente porque cuando se debió comenzar a trabajar de manera planificada, seria e integral, con un proyecto abarcativo y a futuro, no se hizo. La naturaleza no perdona; el cerro escurre sus laderas desde lo alto a las zonas bajas. Todo lo que se interponga lo arrasa. Como ayer, como hoy.
     


    Créditos:


     
    Temas Relacionados
    Geografía
    Página Principal