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Culto

El impactante palacio de Benedicto XVI: Descubrí su historia
 


La mansión donde vivía Benedicto XVI se convirtió en un museo en el año 2016.

  • Más videos y fotos: GonBal.

  • El Papa Pio XI se encargó de modernizar toda la residencia en 1930 e incluso habilitó un gran huerto para proporcionar hortalizas y frutas frescas al Vaticano. Juan XXIII solía pasear por los alrededores del palacio y charlar con los vecinos. Juan Pablo II llegó a construir una piscina dentro del recinto y Benedicto XVI se retiró allí durante meses tras renunciar a seguir siendo pontífice en 2013.

    Además de los amplios jardines y la piscina que instaló San Juan Pablo II, el palacio posee una granja que provee al Vaticano de productos lácteos, huevos, miel y otros productos frescos, así como un observatorio que cuenta con una colección de meteoritos de primer nivel.
    En la década transcurrida desde la renuncia de Benedicto XVI, Castel Gandolfo ha tenido que adaptar su modus vivendi y sus ritmos estacionales a un nuevo papa que ha optado por no pasar ahí sus vacaciones.

    El mítico palacio de Castel Gandolfo, que ha sido la residencia de verano de los papas durante los últimos cuatro siglos, dejó de ser un lugar exclusivo y se abrió al público un 21 de octubre del año 2016. El Papa Franciscoha decidido convertirlo en un museo.
    Situado a tan sólo unos veinte kilómetros al sureste de Roma y a orillas del lago Albano, tal vez es una de las pocas bellezas a las puertas de la capital italiana que continuaba vetada al público. Solo el pontífice podía disfrutar de sus comodidades.

    La finca de Castel Gandolfo pertenece a los papas desde el año 1596, cuando sus anteriores propietarios, la familia Savelli, fue declarada en bancarrota y el pontífice se quedó entonces con los terrenos.
    No fue hasta el siglo XVII que el Papa Urbano VIII empezó a pasar ahí los veranos, tras encargar al arquitecto Carlo Maderno construir un gran palacio en la finca. Sin embargo, el Papa Francisco apenas ha visitado Castel Gandolfo, y nunca ha pernoctado allí. De hecho, desde hace unos años ya permitió que se abriera al público los magníficos jardines de la villa y algunas de sus estancias.
    Ahora se puede visitar todo el palacio, incluido el dormitorio papal, una estancia preciosa con ventanas con vistas al mar, que se considera el lugar más privado de toda la residencia.

    Tras el desembarco estadounidense en Anzio en enero de 1944, los alrededores de Castel Gandolfo se convirtieron en uno de los escenarios más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial.
    Entonces el dormitorio papal y otras estancias del palacio se convirtieron en improvisados paritorios. Se calcula que en esos meses hasta cuarenta niños nacieron en la cama del pontífice. A esas criaturas se les llamó después "los hijos del Papa".

    Cerca del dormitorio hay una capilla privada donde los pontífices rezaban, y que también se puede visitar. Otros espacios privados que también están abiertos al público son la Biblioteca del Santo Padre, donde los papas se concentraban a escribir encíclicas o preparar homilías; el Salón de los Suizos, llamado así porque ahí se montaba la Guardia Suiza que se encarga de servir al Papa desde 1506; o la Sala del Consistorio, dedicada a reuniones oficiales del Colegio de cardenales.
     


    La fortuna que dejó Benedicto XVI

    Si algo caracterizaba a Benedicto XVI era la austeridad. En esta línea, el Papa emérito renuncio a todo su dinero y lo entregó a la Santa Sede antes de morir.
    Si bien no se maneja una cifra exacta del patrimonio personal de Benedicto XVI, se estima que las ventas de sus libros generaron un ingreso aproximado de 6,6 millones de dólares. El ex líder de la Santa Sede también creo una fundación llamada Joseph Ratzinger-Benedict XVI la cual fue creada con el fin de promover la investigación y los estudios sobre el pensamiento del mismo Ratzinger, quien al convertirse en sumo Pontífice adoptó el nombre de Benedicto XVI.
     


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