Voy a comenzar, apoyándome de la Historia. En cuanto al descubrimiento de las Islas, con rigor científico y con carácter verificable, es poco y nada lo que se puede aportar. Son disímiles entre sí, las distintas teorías que sustentan el momento del descubrimiento.

Así, por ejemplo, algunos opinan que las mismas fueron descubiertas por navegantes españoles, hacia el año 1501, al mando de Magallanes. Otros sustentan esta misma hipótesis, pero con la salvedad que fue Américo Vespusio quien realizó el descubrimiento en 1520. Estas teorías, cuentan con un dato científico que las respalda: en las cartografías españolas del siglo XVI, estas tierras ya aparecían.

Los ingleses, por su parte, sostienen y atribuyen el descubrimiento hacia finales del siglo XVI. Algunos a Drake; otros a un marino inglés llamado John Strong.

Un tercer enfoque de la problemática anuncia que un holandés, de apellido Weirt las habría descubierto en 1599, sin hacer ningún acto de ocupación.

¿Por qué es importante conocer el dato del descubrimiento? Porque dentro del Derecho Internacional Público, que es aquel que comprende las relaciones entre los distintos Estados, es reconocido universalmente que uno de los modos originarios de adquisición de territorios, es precisamente el descubrimiento. Es decir que se reconoce como legítimo, dentro del ámbito del Derecho Internacional Público, el título: "Este territorio es mío, porque yo lo descubrí". Y así, tal cual, en el derecho privado si alguien me reclama la titularidad de un inmueble, yo le opongo mi título legítimo de la Escritura en la cual consta mi propiedad sobre el mismo, en el ámbito público éste es un título legítimo; y por otra parte, el título más común por el cual se anexaban territorios en aquél entonces.

Lo cierto es que no hay certeza sobre el descubrimiento; a pesar que los datos cartográficos de la época, sustentarían en cierta manera la posición que fue España quien descubrió las Islas.

El primer asentamiento humano se dio en 1764 por parte de una expedición francesa que dejó, ilegítimamente, una colonia de habitantes efectivos. Estos habitantes eran los Mallounios, habitantes de la isla de Saint Maló, de donde se desprende el nombre de Islas Malvinas. Ante dicho asentamiento ilegítimo del gobierno francés, España eleva formal protesta, obteniendo en 1776 la devolución de las Islas. Francia, reconoce de esta manera, la soberanía española sobre las Islas, por lo que en el ámbito del derecho comparado, tenemos que otra Nación civilizada la reconoce Desde entonces y hasta 1811, España ejerce una ocupación efectiva y permanente de ellas, inclusive habiendo sido designados 32 gobernadores.

En el año 1767 comienza la primera ocupación ilegítima inglesa. Esta se llevó a cabo de manera parcial, sobre una de las islas menores de Trinidad. España protesta, pero la Corona Británica no reconoce la soberanía española sobre las Islas. Es por esta razón, que España, luego de agotadas las instancias diplomáticas, desaloja a los ingleses en el año 1771.

Con posterioridad a este acto y tras una serie de frondosas relaciones diplomáticas, España permite que se restablezca la posesión británica, con el único objetivo de sanear la ofensa con los ingleses, debido al desalojo violento. Los historiadores nos hablan de la existencia de un acuerdo secreto entre España y la Corona Británica, por el cual ésta última se comprometía devolver las islas transcurridos dos años; cosa que efectivamente ocurrió en el año 1774, lo que refuerza la teoría que dicho pacto secreto existió.

Pasada la Revolución de Mayo, la guarnición española que se encontraba en el archipiélago se retira en 1811. En 1820 nuestro Gobierno Patrio hace ocupar las Islas. Es importante señalar, desde lo jurídico que entre 1811 y 1820 ningún país toma posesión de las Islas; por lo que Argentina adquiere estos territorios en virtud del modo derivado de la Sucesión de los Derechos de España. Sobre este punto, y sobre el resto de los títulos esgrimidos por Argentina, sobre los que cimienta su soberanía sobre las Islas, he de referirme en la entrega posterior.

El último dato histórico de envergadura, a los fines del presente, lo situamos en el año 1833. La fragata inglesa Clío desembarca e intima al gobernador a que desaloje las Islas. Éste se niega y es desalojado por la fuerza y junto a toda la población se lo obliga a embarcar rumbo a Buenos Aires. Desde este momento Argentina ha efectuado constantes reclamaciones reivindicando su soberanía sobre las Islas.